Calidad de Vida...

Accediendo a nuestro sistema de información... Lo que véis representado en el dibujo es un esquema de nuestro sistema de información... Los chakras son nudos de información. Como tales van asociados a energía, en forma de ondas electromagnéticas, que componen aquello que se ha venido en denominar "aura" por las culturas populares no científicas... Este campo de energía e información responde a un tipo concreto de códigos. A ellos podemos acceder mediante técnicas de autodisminución de frecuencia de emisión cerebral en la banda alfa (6-7 a unos 14 ciclos/sg). La más popular es la meditación. Esta técnica es la princeps. Todas las demás, derivadas de movilización de la energía y de la información asociada, como Reiki, homeopatía, acupuntura y por supuesto las más rudimentarias, no por ello menos eficaces en lo que se refiere "solo" a control de síntomas como la acupuntura hasta la alopatía, desde sus formas más inocuas como la fitoterapia y fármacos sintéticos, como meros controladores de síntomas leves hasta terapias alopáticas agresivas con multitud de efectos secundarios como la quimioterapia para contolar proliferación celular descontrolada, pero que salvan la vida, no lo olvidemos, por lo menos durante un tiempo, repetimos, todas estas terapias SOLO parchean síntomas... si bien es cierto que en terapias de bioenergética hay más intercambio de energía e información en el sistema que en la mera interacción química. En la regresión y la hipnosis, los movimientos de consciencia no son voluntarios. Esto puede mermar la capacidad del individuo para realmente cambiar de actitud en su estar y querer en su tiempo de vida. La meditación en cambio, puede producir ese cambio en profundidad, ese cambio de actitud, profundo, real, hacia el ser básico o "el ello" como lo llamaba Freud, con el uso de la inteligencia del que la evolución ha dotado a nuestra especie... Se trata, en fin, de apartar aquellos contenidos de información que atentan contra nuestros intereses biológicos como especie. Describiremos en profundidad esta relación con los chakras de los clásicos, o nudos biocibernéticos, para quien prefiera un lenguaje científico...De momento nos aprendemos los 7 nudos de información y su disposición anatómica...

Hay muchas definiciones de estrés. Enlazando con el último texto, sacado del penúltimo capítulo de "Sin Petróleo" resulta que estrés puede ser toda aquella circunstancia en la que nuestro sistema de activación ante un peligro, una situación de supervivencia o una necesidad imperiosa reales o imaginadas pone en marcha mecanismo para afrontar esa situación. Y, claro, como podemos imaginar, si la situación es real no nos queda otra...O nos ponemos las pilas...o ahí nos quedamos y el tigre nos coge. En situaciones reales de estrés (y recordémoslo, tal y como lo hacía R. Jensen en su magnífico artículo de hace unos días, la biosfera en su conjunto sufre una situación de estrés ante la progresiva degradación del medio natural de la era industrial) la respuesta de activación de nuestro organismo es conveniente y necesaria, ya que, de no existir podríamos morir mucho antes de tiempo... El problema es cómo se enfrenta el individuo y el grupo al que pertenece a esa situación de estrés... ¿Se enfrenta con serena frialdad y a la vez con alerta máxima al problema poniendo en marcha el procesado objetivo de información para elaborar una estrategia y resolver el problema? ¿Reacciona automáticamente ante una situación de peligro con buenos reflejos para salir a escape o plantar batalla si es la mejor opción y hay visos de ganar, todo esto en segundos o incluso fracciones de segundo de tiempo? ¿O...por el contrario, ante una situación de estrés el individuo y el grupo aplican patrones fijos de comportamiento, generalmente dictados por el canal cultural? Esto último, que por desgracia es lo que suele ocurrir, lleva al individuo y al grupo a cometer errores de todo tipo que al final no solo no conducen a la solución de los problemas sino que además crean otros problemas que no existían... Pero es que además hay otra segunda opción de circunstancias estresantes, que reside en la capacidad de nuestro cerebro en reproducir falsas percepciones de la realidad tomando como base acontecimientos, situaciones vividas con anterioridad y que llevan al individuo a actuar como si estuviera ante esa situación en el presente. Esto puede parecer que es algo muy poco frecuente, pero no es así. Todos los días reaccionamos en nuestras tareas cotidianas, trabajo, vida afectiva, conflictos, situaciones de peligro, etc., con actitudes en las que se adivinan componentes de hechos pasados, y que la mayor parte de ellos son condicionamientos culturales: p. ej. reaccionar con rabia contenida simulando una reacción de aprobación ante una contrariedad (real o ficticia). Esto es fuente de estrés. Y este estrés ya no es tan fisiológico. Más bien es patológico y genera enfermedad. Este tipo de estrés causa disturbios inmunitarios (depresión o hiperactivación), glandulares y trastornos cognitivos, normalmente transitorios (fallos de memoria, incapacidad para fijar la atención, bajo rendimiento intelectual... ).

Continuaremos...con tipos de terapia

Extracto de "Sin Petróleo"

Nuestros intereses básicos como individuos, como grupos y como especie son, en todo caso, el motor primario de nuestras actuaciones. Pueden estar más o menos tergiversados, retorcidos o desvirtuados, pero siempre aportan la voluntad que nos mueve en cualquiera que sea la dirección. Como los otros animales, todo humano desea estar sano y a gusto, durar cuanto más mejor y que el entorno en que vive responda de la forma más clara y directa a estas dos voluntades, lo cual requiere un mayor o menor esfuerzo de gestión. A fuerza de condicionamientos y adoctrinamientos malintencionados se puede conseguir que alguien se dedique a ejecutar automáticamente patrones de comportamiento fijo, aún cuando eso implique actuar contra sus intereses, meterse en líos innecesarios o sacrificarse por el bien de la causa de turno. De esta forma se sigue expresando el código de banda heredado de los pequeños monos bípedos de la pradera, de los que en parte descendemos. Y de esta forma son fabricados problemas de todo tipo y se boicotea cualquier intento de solución eficaz... En algún momento de nuestra vida puede surgirnos la necesidad de barrer de un plumazo toda arquitectura demencial de comportamiento, que nos lleve a vivir en contra de nuestros propios intereses, a crearnos problemas innecesarios y a meternos en líos absurdos. Si decidimos hacerlo, si lo hacemos de hecho, y si alcanzamos el objetivo propuesto, nos quedaremos a solas con una serie de pulsiones profundas que compartimos con el resto de los humanos y con otros muchos animales: Querremos entonces que nuestro organismo esté bien estructurado y que funcione correctamente, poseer energía de sobra para emplearla en la acción o atesorarla según convenga, controlar y manejar información veraz, útil y convenientemente estructurada, disponer de un eficaz sistema defensivo para salir ilesos de cuantas agresiones microscópicas o macroscópicas hubiera que afrontar, tener de nuestra parte a cuanta más gente mejor, ejercer control; directo o indirecto, individual o colectivo; sobre la mayor cantidad posible de recursos y disfrutar de los placeres eróticos, que en nuestro caso; como sucede en bonobos, delfines y otros animales superiores; no están solo al servicio de la reproducción sino que además son canales de interacción sociocultural y, por efecto de uso recurrente, han llegado a ser necesarios para un correcto funcionamiento de nuestro organismo.

Las religiones patriarcales y otras ideologías de campo R, insisten en explicarnos quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, cuestiones que, además de prestarse mucho a tergiversación, importan bien poco cuando nos interesa lo que nos interesa y estamos en lo que estamos. Por otra parte, desde la perspectiva de un realismo pragmático y coherente nos basta con saber lo que queremos y la forma de conseguirlo, es decir: Tener plenamente activada nuestra voluntad básica y poseer un conocimiento extenso, profundo y minucioso de nuestro entorno, a ser posible basado en datos validados científicamente.

Através de este enlace os podéis descargar este manual...

Solo el arroz no parece dañar el organismo humano.

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