¿Cómo plantearemos la prevención de la enfermedad y la sanación de los individuos, de las comunidades y del entorno que los alberga? Es evidente que un abordaje individual y puramente mecanicista y/o químico es absolutamente
insuficiente... como mucho conseguimos demorar la solución de los verdaderos problemas estructurales y de funcionamiento además de crear otros problemas que no había...
Los Consejos de Salud, planteados en la década de los
70 del siglo XX en Alma Ata como estructura clave en una medicina familiar y comunitaria tenían como objetivo que las comunidades se implicaran, através de sus representantes, en estas cuestiones...pero la euforia de la era industrial sustentada
en energía barata a raudales hicieron que se olvidaran. Las cosas vuelven a lo suyo mal que nos pese...Ha sido una auténtica locura olvidar el sistema como conjunto, la prevención, la medicina natural, que actualmente recupera puestos
en el ranking terapéutico. Volvemos a los orígenes aunque con una capacidad tecnológica y un caudal de información muy superior al preindustrial...y eso hay que aprovecharlo.
Ante todo PREVENIR ES CURAR. Hay guías
de todo tipo con consejos para llevar un estilo de vida más sano. La mayoría de ellas incidían sobre todo en cuestiones ambientales y externas: evitar tóxicos, drogas, dieta sana, ejercicio, etc., pocas abordaban cuestiones psicológicas
y culturales. Actualmente, al menos en Europa, se empiezan a tratar las cuestiones culturales e internas de los individuos, ahondando sobre todo en el ESTRÉS como factor patógeno y formas de prevenirlo y tratarlo. Así, se ha venido en
denominar Medicina Psicosomática a una especialidad, no reconocida en muchos países, que abordaría aquellos síntomas producidos por alteraciones psicológicas, en las que el estrés juega un papel preponderante. Pero
esta separación mente-cuerpo es ilusoria. No existen enfermedades psicosomáticas y otras que no lo son. Si abordamos los sistemas como conjunto, de ahí el nombre de ecosistémica, entenderemos fácilmente que la energía
(y, por tanto, la información) que intercambiamos con el medio y que procesamos internamente genera unos resultados materiales, físicos.
Así vistas las cosas, la clasificación tradicional de las enfermedades y la prevención
tal y como se ha venido entendiendo desde los sistemas públicos de salud abarca un área muy parcelada de la realidad. En el futuro inmediato ya se imponen visiones de conjunto y una atención integral, de momento al individuo, esperemos
que pronto se vea como imprescindible la restauración y la atención integral del medio. La permacultura aporta esta visión ecosistémica incorporando la alimentación, refugio, energía y estilo de vida a la prevención
y la atención integral de la salud.