Necesitamos una gran valentía para desafiar nuestras propias creencias; porque, aunque sepamos que no las escogimos, también es cierto que las aceptamos. El acuerdo es tan fuerte, que incluso cuando sabemos que el concepto
es erróneo, sentimos la culpa, el reproche y la vergüenza que aparecen cuando actuamos en contra de estas reglas.
Hablamos del camino tolteca hacia la libertad porque los toltecas tienen un plan completo para liberarse de la
domesticación. Comparan al Juez, a la Víctima y el sistema de creencias con un parásito que invade la mente humana. Desde el punto de vista tolteca, todos los seres humanos domesticados están enfermos. Lo están porque un
parásito contra su mente y su cerebro, un parásito que se alimenta de las emociones negativas que provoca el miedo.
MiguélRuiz