" En condiciones naturales hay tres funciones muy importantes: La primera es limitar las poblaciones de herbívoros, de forma que la vegetación no sea explotada en exceso y no sufra daños importantes, luego está el pulido genético de las poblaciones de herbívoros; por eliminación de ejemplares deficientes o que no se adaptan bien al medio; y por último la configuración del paisaje. Ésta el la más compleja y difícil de entender: Cada especie de herbívoro tiene ventaja en un tipo de paisaje concreto, y lo mismo sucede con los depredadores, así cada sitio recibe un grado y tipo de presión determinada, diferente de los demás, y se configura en consecuencia. Así resulta un paisaje complejo, como en mosaico, cuya capacidad para contener especies vegetales es muy superior a la de, pongamos, un ecosistema insular con pocos herbívoros y depredadores... También es importante que en un ecosistema haya diversas especies depredadoras, ocupando muchos nichos y niveles, de forma que se controlen entre ellos por competencia y superdepredación.
En condiciones productivas, como proponemos en ingeniería ecosistémica, el sistema de depredadores es como un tablero de control: Determinas la abundancia de tal o cual especie de herbívoros, alterando artificialmente la densidad y proporciones de carnívoros. Un ejemplo: Si quieres tener muchos conejos, te interesa tener pocos zorros, y para eso necesitas linces. Pero si quieres caza mayor los zorros te vienen bien, y te conviene tener alguna fiera más grande que deje poco nicho a los linces...
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J. Ramón Rosell