"Al parecer el patrón de coloración "tigris" y los équidos van unidos por imperativo genético y son las condiciones ambientales quienes deciden si los animales presentan alguna rayita ridícula en el cuello y en las patas o se ponen el pijama. Los burros, caballos y hemiones, así como las cebras de África Austral; es decir, los équidos de climas templados; están en el primer caso. Y las cebras intertropicales en el segundo: Es una función directa de la temperatura... Cuando hace mucho calor diferentes masas de aire con temperaturas distintas se entremezclan y forman distorsiones visuales parecidas a las que vemos en las carreteras, pero por todo el territorio. Las cebras intertropicales desaparecen en ése contexto gracias al "cebrado", mientras que las siluetas de los ñus se siguen viendo perfectamente a quinientos o incluso más metros... Por éso los misteriosos équido ibéricos del Medievo cebras; lo que se llama cebras; no eran..."
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