No tenemos bastante con el movimiento chemtrailista haciendo doctrina del disparate, propagando versiones delirantes y negando contenidos científicos
probados. Ahora irrumpe otra especie de pesaicos cuyo toletole de referencia es que todo aquello que no esté científicamente avalado o demostrado, ni se debe hacer ni debería
existir. Y el caso es que la realidad se empeña en contradecirles: La gente quiere (queremos) soluciones que funcionen, y muchxs sabemos que la ciencia nos ayuda a encontrarlas con gran margen de seguridad. Por eso nos gusta, la estudiamos, la hacemos,
la aplicamos... Pero también sabemos que hay asuntos que, de momento, la ciencia no controla y que si queremos manejarlos, de momento, tenemos que hacerlo mediante recursos precientíficos o paracientíficos. Así por ejemplo yo no
voy a dejar de fijar propósitos difíciles en mi imaginación y a darles fuerza emocional y racional por que, a escala personal y sin más pretensiones, he comprobado que funciona. Tengo además una poderosísima razón;
suprema, metafísica y trascendente; para hacerlo, y es que ¡ME DA LA GANA! Y también me da la gana de acercarme a todo esto desde el método científico, y ante una práctica eficaz pero no explicada; en lugar de negar
que sea útil o incluso posible, como haría un cientifista, o inventarme un cuento maquillado de ciencia, como haría un pseudocientifico; lo que hago es intentar construir un modelo teórico que pudiera explicarlo a partir de hipótesis
ya demostradas y aceptadas. Buscaré, en consecuencia, mecanismos físicos conocidos sobre los que pudiera apoyarse el asunto en cuestión y mientras tanto, para manejarlo en la práctica, lo representaré en términos cibernéticos.
Y resulta que nadie puede impedir que yo haga esto, e incluso que llegado el caso comparta o publique los resultados...
Sólo las religiones ofrecen certezas absolutas. Y conforme vamos madurando y quitándonoslas
de encima, se nos va abriendo un vacío de duda y de incertidumbre que deberíamos asumir sin reparos, por que se corresponde plenamente con la realidad. Hay sin embargo quienes intentan rellenar ese vacío con ciencia y ahí se equivocan:
El cientifismo consiste precisamente en intentar construir una nueva religión; o quién sabe si apuntalar las viejas; a partir de contenidos científicos, y eso les aparta de la ciencia. Ésta no pretende acceder a verdades absolutas:
Nos conformamos con formular teorías eficaces... Quienes buscan "La Verdad" con mayúscula no deberían venir a la ciencia sino irse a El Vaticano, La Meca, Canterbury o Salt Lake City, por ejemplo. Además, quienes vivimos en la región
de Murcia podemos encontrarla en los quiosquios...
J.Ramón Rosell