La posmodernidad resulta cuando la sociedad del espectáculo de los 50-60 entra en crisis y se ve obligada a pensarse a sí misma, a consolidarse como simulacro y; más acá de la canalización de masas; se vende como atención personalizada. Así la metáfora se convierte en paradigma y el significante suplanta al significado. Por primera vez en Cataluña la pela no es la pela, aunque bajo todo este psicodrama subyazcan petrodólares con "Q" y la solución, si la hubiere, habrá de servirse envuelta en billetes de 500 euros.Y a las malas no olvidemos que el propio dinero es símbolo de poder, pero no es el poder mismo.Y respecto a si es democracia o no es democracia, parece que desde aquello de Constantinópolis fuera pose de elegancia debatir sobre el sexo de los angeles, mientras que decrecimiento y "fenómenos meteorológicos adversos", empujando, abren brecha en las murallas.Europa quiere, Quatar quiere, la burguesía catalana convoca subasta y ERC, con el subidón patriotero en todo lo alto, tira del carro sin enterarse de ni de qué va la historia...Por cierto, no sé por que hay que escribir el nombre del emirato ese, o lo que sea, cometiendo garrafal falta de ortografía.
J.Ramón Rosell