noticias comentadas, artículos, política, antropología...

Diríase que el globo empieza a desinflarse... El estado moderno se inventó para proteger a la gente de los desmanes y caprichos de multitud de reyezuelos locales que tuvieron a Europa monísssima durante casi todo el periodo medieval. Fueron los mercaderes quienes lideraron y financiaron la creación de los estados, así que en gran parte consiguieron que estos defendieran con preferencia sus intereses y los del empresariado industrial que vino después. Aún así, delirios anarquistas aparte, la gente trabajadora no tenemos otro clavo al que agarrarnos: Si nos movemos, si presionamos, si acumulanos y desplegamos poder, el estado se hace eco de nuestros intereses, regula las condiciones de trabajo, desarrolla servicios públicos, preserva el medio ambiente y, en la fase de potencia decreciente que se avecina, podría dirigir el monumental proceso de reconversión tecnológica, que hay que poner en marcha para que esto no termine como en los tiempos más oscuros del periodo neolítico... Muchos agentes económicos transnacionales han decidido que el estado es una pesada carga, y más aún en la medida en que recoja los intereses de la gente trabajadora. Así que están trajinando sin descanso para desmantelarlo. Consideran que cuanto más lío y desbarajuste haya, ante menos instancias públicas tendrán que responder, y más posibilidades tendrán ellos de imponer su voluntad, haciendo uso del poder que les dan los capitales que poseen. Entre las movidas que montan para deshacer o desmantelar estados están ciertas revoluciones de pacotilla, alentadas desde todo tipo de extremismos políticos y religiosos, o fundamentadas en un culto abstracto y hueco a "la libertá", así como los movimientos secesionistas. Para poner en marcha estos últimos, recurren a sentimientos étnicos y al mismo tipo de símbolos y subidones emocionales que catalizaron la formación de los estados, hace ya unos siglos, pero a escala más provinciana... El gran triunfo de las clases dirigentes de Cataluña es que han conseguido que la gente aparque sus intereses materiales y se entregue a entelequias abstractas: Patria, bandera, independencia... Generando una tensión muy costosa, pero de la que también amplios sectores dirigentes del resto de España sacan tajada. Como decía al principio, parece que está tensión empieza a aliviarse. Pero se volverá a plantear cuando se acerquen esas elecciones plesbitizarias; o no sé que leches; si para entonces no hay bastante gente hablando de cosas serias y exigiendo a los políticos que se dejen de chorradas. Esto no puede seguir siendo una guerra de banderas, y ésta debería dejar paso a una verdadera confrontación de intereses sin enredos simbólicos por el medio: A la gente trabajadora no nos interesa debilitar ni desmantelar los estados. Nos viene bien democratizar y robustecer los que ya existen, por ejemplo dándoles más funciones en materia de gestión económica y medioambiental. Y en la medida de lo posible generar movimientos federalistas, para que los estados se unan en macroestados de ámbito cada vez más grande hasta llegar; soñar no cuesta nada; a una institución sociopolítica única a escala mundial. Esto es lo que los partidos y movimientos de izquierda deberían proponer y fomentar, en lugar de acobardarse ante los nacionalismos o dejarse influir por ellos, si de veras quieren representar a las clases trabajadoras... Lo ideal sería que federalistas y unionistas arrasaran en las elecciones esas plebiscileches que va a haber, y que los secesionistas sacaran cuatro votos y medio.

J.Ramón Rosell

Comentarios

28.10 | 23:39

Me ha encantado , ya hablaremos cuando tengas tiempo

06.09 | 00:08

matrix agroganadero, jajaja, toda la razóm. La natura siempre se organizó a si misma para todo lo que cayera al suelo se aprovechara.

01.08 | 10:49

Hola Carmen soy Antonia, quisiera me metas en el grupo de whatsapp con el 699769996 el frances lo he dado de baja.
Muchad Gracias.

12.10 | 07:31

Increíblemente interesante, voy a estudiarlo en detalle. Gracias.