El verdadero cambio en perspectiva va a ser un proceso de reajuste ecológico, tecnológico y socioeconómico, que viene determinado por el agotamiento inevitable de
las fuentes de energía concentradas, baratas y de alta potencia en que se ha basado el desarrollo industrial, y por los efectos del deterioro ambiental generalizado. Sus rasgos más determinantes van a ser el despliegue de las energías
renovables, la restauración productiva de ecosistemas y la relocalización de la producción en sistemas económicos cada vez más pequeños, completos y autosuficientes. Esto es algo que va a suceder por dinámica
sistémica, con independencia de lo que se quiera o se decida en cualquiera de los ámbitos económicos y sociales que en el mundo son... Ahora bien: Si durante el proceso, la gente trabajadora acertamos a organizarnos lo suficiente, y entre
nosotrxs se propaga la percepción más clara y objetiva de lo que está sucediendo, PODEMOS llevarnos las cosas hacia un socialismo postindustrial con amplia participación democrática. Y si no nos llevarán al neofeudalismo
hacia el que el capital ya apunta abiertamente, y cuyos rasgos indicadores emergen por doquier... Resumiendo: Más allá de todos los debates orgánicos y organicistas, electorales y electoralistas, habidos y por haber, lo que va a determinar
el éxito o fracaso de la nueva izquierda emergente es la existencia, o no, de un programa económico eficaz. Y éste sólo puede estar basado en un análisis de proceso objetivo científicamente sólido.