La zozobra social va en aumento, la inquietud y el desasosiego se implantan de forma progresiva en la ciudadanía: recortes en aumento en la sanidad pública con falta de material básico, personal sanitario y no sanitario, recortes
en educación, crisis energética con las renovables fuera de combate, más de 300.000 familias desahuciadas, hambre y pobreza... Miramos a Grecia con mezcla de admiración e incertidumbre. El gobierno progresista antiliberal de Syriza
afronta un dificilísimo reto: la falta de financiación y el ahogo por la deuda. Pero en algún lugar de Grecia hace 20 años un hombre sencillo esparció bolas de Fukoka por toda su finca y la abandonó. Hoy en día
es un espectacular bosque comestible con frutales de todas las especies, y bajo ellas hortalizas de todo tipo asilvestradas...un paraíso de la abundancia. No tiene gastos porque el ecosistema funciona solo. Vende comida sana y natural. A este griego
lo que Doña Merkel decida sobre rescates financieros se la trae al pairo. Posiblemente piense que toda Grecia podría ser un paraíso de abundancia y que la gente podría vivir como él y pasar de penurias. Claro, para eso hay
que montárselo. ¿Le habrán explicado cómo a Tsipras? Parece que no. Nuestro particular Tsipras español sí tendrá disponible toda esa información pero ¿se atreverá a enfrentarse a la bestia
capitalista implacable fría y demoledora cuando llegue el momento (y llegará)? ¿Cuál será la primera economía postindustrial de Europa? La que sea ¡a dar ejemplo! Desconexión del sistema. Detrás
iremos tod@s tarde o temprano...
Carmen P. Pagán