No cuadra porque lo único que les hace falta a l@s grieg@s es darse cuenta que el dinero no se come, que el estado haga acopio de todas las reservas y recursos energéticos y alimentarios que tengan y lanzarse al vacío post industrial de golpe. Les ha tocado. Cuando lleguen al fondo del pozo descubrirán que la solución a este trajin, a esta estafa monumental que ha sido la UE, estuvo siempre ahí... La comida real. La energía real: el sol y el viento. Y los 300. ¿Revivirá Esparta? Yo apuesto a que si...
Carmen P. Pagán