Habida cuenta de que; según establecieron los clásicos del socialismo científico; la ideología está condicionada de forma determinante por los procesos socioeconómicos, no es menos
cierto que los procesos de elaboración de ideas gozan de una cierta autonomía operativa. Esto nos permite reflexionar acerca de la evolución ideológica de la población europea sin prestar, de momento, atención preferente
a los procesos termodinámicos, ecológicos, económicos y sociopolíticos subyacentes... Allá vamos: Como en cualquier otro lugar de nuestro planeta, las culturas europeas tienen un sustrato de
animismo naturalista; eso que se suele llamar "chamanismo"; común en lo fundamental al entorno siberiano y norteamericano. Éste contiene tanto elementos matriarcales; léase lunares, telúricos, acuáticos, edáficos y
vegetales; como patriarcales, es decir: Solares, aéreos y animales. Quizás sean los lapones la única cultura continental que ha mantenido estos contenidos en plena vigencia... La neolitización introdujo la norma y la jerarquía
como factores, dando lugar a las primeras religiones propiamente dichas, más escoradas hacia lo matriarcal; como la brujería; o hacia lo patriarcal, como el druidismo. Es lo que podríamos llamar paganismo agrarista, en contraposición
al paganismo urbano que, repitiendo modelos, vino después... Las tensiones y desigualdades socioeconómicas generadas por los esclavismos, tanto agrarios como urbanos, de la antiguedad, generaron condiciones favorables para la expansión
judeocristiana. Ésta posee dos componentes: La más básica es lo que llamaríamos monoteísmo patriarcalista, con predominio absoluto de la componente solar, y otra que fue descrita a saciedad por F. Niestzche, basada en el
miserabilismo, el resentimiento, la culpabilización y el sacrificio, que resume Jesús de Nazareth como pocos otros personajes... Pero dado que el verdadero cristianismo, en estado puro, resulta letal para quienes lo practican, para ser viable
y sostenible ha de combinarse con otros componentes... Así que el cristianismo europeo acumula tintes judaicos y neopaganos. Los primeros predominan en las doctrinas oficiales de las iglesias cristianas, los segundos en las corrientes progresistas,
oficialmente laicas, y en las tendencias orientalistas jipis y new age.. Pero llama la atención que en estas últimas, el autodebilitamiento empático-compasivo sea, con diferencia, mayor que en las otras:
Actualmente, los retorcidos
dirigentes del bloque occidental, parecen haber decidido que debe aumentar la influenca de cierta ideología hiperpatriarcalista de matriz judaica; el islam; en Europa, para facilitar el control de las masas, cosa que la secularización y la proliferación
de culturas progresistas pone en dificultades. Resulta parajódico que el judocristianismo oficialista se oponga a estos meneos con menos compasión que firmeza, y que el progresismo supuestamente secularizado, que es quien más tendría
que perder, les ponga la alfombra.
j.Ramon Rosell