"Todo concepto abstracto es inaplicable a niveles concretos, a menos que sea concretado de forma correspondiente. "Especie invasora" o es una categoría metafísica; es decir, abstracta no concretable", y entonces carece de validez científica, y a la basura... O significa simplemente "especie que viene de fuera y prolifera con rapidez", sin más valoraciones ni, menos aún, connotaciones emocionales o transferencias socioculturales. Para evaluar resultados respecto a la proliferación espontánea o uso intencional de cualquier especie; autóctona o exótica; es imprescindible describir de forma exhaustiva su función, sus encajes de nicho, sus equivalencias de sustitución y, en base a todo ello, su resultante ecosistémica y, como aspecto secundario, los costes y beneficios económicos correspondientes. Desde esta perspectiva, no es rechazable; aunque sí condicionable; utilizar en procesos sucesionales, especies exóticas que no tengan equivalente en la flora regional, contando que una vez alcanzados estados clímax, persistirán como auxiliares, marginales o desaparecerán. Otra cosa es meter especies titulares, con correspondencia de nicho, procedentes de climas equivalentes de otras regiones. A mí ni mesocurre traer Quercus perennifolios de, por ejemplo, California y darles suelta por aquí, e incluso las combatiría si llegaran por otro medio. Pero no hay que olvidar que el algarrobo (Ceratonia) y el sabino (Tetraclinis), que forman parte de las comunidades clímax, desplazando parcialmente para ello a especies autóctonas, nosondaquí... ¿Kasemos? ¿Los descuajamos o los metemos en proyectos laif, desos de mierda, pa ganar cuartos a cuenta de la biodiversidá? ¡Palospavos!"
J.Ramón Rosell