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No necesito creerme cuento alguno: Sé de tres entidades cuyo equilibrio y relevancia aconsejan adjudicarles rango de divinidad. Dos son concretas: La Biosfera y el Universo. La otra abstracta: El cosmos, el misterio: El todo que se resume en la nada... Y también sé que, de momento, nada humano merece tal consideración. Más aún: Cualquier culto que consagre un arquetipo humano, de tener éxito, podría liarla parda si a la vez no advoca a su contrario. Dos ejemplos muy al uso: Tanto Krishna como la Doncella se convierten en armas de destrucción masiva si no van acompañadxs por sus contrapartes respectivas: Ares y la Medusa. También decir que la prudencia mitológica aconsejaría sustituir al rey-patriarca por una reina, como intentó el Juan Pablo I aquel. El problema es que no hay cosa que más convenga a un pastor de insensatos que el cerrilismo maniqueo."
J.Ramón Rosell