"Las cosas están cambiando y, como cada vez que esto ocurre, mucha gente se queda fuera de onda... No me voy a poner a explicar otra vez la cuestión energética por que ya se está explicando ella directamente, y cada vez va a hacerlo con más claridad. Y respecto a la crisis ecológica, para muestra ya está aquí el primer botón... Aún así puede considerarse normal que mucha gente quiera seguir durmiendo el sueño petrolero de posguerra, y volver a alucinar películas de coches voladores que se pasen por el tubo de escape el segundo principio de la termodinámica... Ya digo, es normal y tiene remedio: El despertador sonará cada vez a más volumen y dejará pasar cada vez menos tiempo entre sonada y sonada... Pero lo que sí me preocupa es la actitud de ciertos ecologismos: No puede ser igual el activismo medioambiental en estos tiempos y en los que vienen, que como era cuando la economía iba viento en popa a todo gas. Entonces había que defender los ecosistemas sin reparar en costes. Ahora de lo que se trata es de explicarle a la gente que en los ecosistemas está la solución a los problemas acumulativos de la economía. Tanto a los de raíz energética como a los de raíz medioambiental. No hay mucho tiempo para cambiar el dicurso, y el caso es que algunxs ya tenemos los deberes hechos por que dimos el volantazo cuando aún no era de estricta necesidad... Pero otrxs adquirieron relevancia a fuerza de discrepar, de apretar clavijas y de sacar adelante proyectos que estaban muy bien para aquellos tiempos, pero que daquí palante más nimios e irrelevantes no podrían ser... El caso es que de momento no dan indicadores de cambio: Parece que van a perseverar.
"
J. Ramón Rosell