"Echaba yo en falta la proliferación de sectas propia de otros periodos de crisi, y resulta que ya están aquí. Con otras formas, otros contenidos y otros códigos, pero con la misma empanada ético-moral, la misma polaridad maniquea y el mismo grado de obstinación y de certeza a la hora de proclamar idioteces sin fuste. Las hay comprometidas con las basuras de toda la vida, las que se consideran mensajeras de un futuro inmaculado, las que sitúan sus referencenias en universos paralelxs recién inventados... Y si te coges a cualquiera de ellas y la miras de frente, al darte la vuelta verás su opuesta, que tal pa cual... Mal hacen para mi gusto las opciones políticas más o menos mayoritarias al coquetear con algunas de estas demencias de fin de fiesta. Cuando dentro de más bien poco las cosas del comer se pongan aún más serias y haya que hacer una gestión eficiente y sostenible del tinglao, sin más películas, quien corresponda tendrá que empezar a llamar a estas cosas por sus nombres. Y no una sola vez, ni dos, ni tres... El mosqueo que se habrán de pillar entonces, será proporcional a la coba que se les dé ahora."
J.Ramon Rosell