"Un periodista va a una reserva india norteamericana para hacer un reportaje acerca de una práctica chamánica típica... Cuando llega, un joven bien vestido le coge las maletas y le guía hasta el hotel. Entonces un viejo andrajoso que apesta a alcohol se le cuelga del brazo, le pide pasta, le cuenta penas desgarradoras y le exige que le resuelva la vida. Le da unos dólares y se lo quita de encima, eso sí, con la máxima amabilidad posible... Al otro día el joven le lleva a la sala de reuniones y allí que se encuentra con el mismo viejo, pero estirado y trajeado esta vez, y ataviado con todos los plumajes y perendengues de tradición: Es el maestro de ceremonia... Al cruzar las miradas, el viejo le dedica una sonrisa socarrona y el reportero capta con claridad meridiana el metamensaje: "Has pasado la prueba por los pelos, pedazo de mamón"...
Sinceramente: No es divertido ver a vecinos y empresarios entrando en depresión a cuenta de lo de la gran laguna litoral del Sureste Ibérico. Menos aún ver a políticos, buena gente muchos del ellos, declarándose dispuestos "a hacer lo que haya que hacer", pero sin tener ni remota idea de qué es lo que habría que hacer... Empiezo a ver claro quienes han fallado aquí para que tenga que ser una escuela independiente de diseño ecosistémico; minoritaria, casi desconocida y mal situada en la jerarquía; la única instancia que, de momento, tiene las claves de la solución... Hay mucha faena en otros tajos y la hipótesis del criadero de flamencos tampoco nos espanta demasiado. En un futuro cercano casi todo lo que viaje y sea objeto de comercio serán datos. El caso es que ya se apunta tendencia, y lo que hoy sale gratis lo mismo mañana cuesta los cuartos. Y no pocos..."
J. Ramón Rosell