"Los ecologismos se dedican a decir y hacer tonterías cada vez mas gordas y se revelan cada vez más como parte del problema y no de la solución: Desde finales de los sesenta evolucionan separados de la realidad, retroalimentando sus discursos a fuerza de dogmas, códigos éticos y poses estéticas. El veganismo, el animalismo extremo y el autoctonismo metafísico no son desviaciones delirantes de la cosa, sino las guindas del pastel... Afortunadamente, la ecología tecnocientífica; con la investigación básica, la permacultura, el rewilding y la gestión de servicios ecosistémicos; tampoco ha parado durante estas décadas: Por el contrario ha ido cogiendo nivel, y al arreciar los problemas energéticos y medioambientales empieza a interesar... ¿Que va a preferir la gente, soluciones eficientes o el mismo tostón de siempre pero subido de vueltas? La tarea prioritaria para los próximos años va a ser desmarcarnos y diferenciarnos, por que mientras la gente nos identifique y confunda con lxs predicadorxs redentistas al uso, nos rechazará y con razón."
J. Ramón Rosell