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"Desde la perspectiva de la termodinámica y de la ecología se perciben cosas que no se pueden ver desde la economía política clásica, y mucho menos desde la economía monetarista liberal, que es simple y directamente una pseudociencia: Pura tergiversación ideológica... Las sociedades industriales se han desarrollado a partir de fuentes concentradas de energía: Carbón, petróleo, gas, uranio... Todas ellas tienen fecha de caducidad porque son reservas fijas, que no se renuevan. El desarrollo económico de posguerra se hizo a costa de un consumo energético que crecía exponencialmente. Este modelo empezó a quebrar a finales de los sesenta y principios de los setenta; con las primeras críticas ecologistas de alcance, las revueltas estudiantiles, los movimientos contraculturales y el primer subidón del precio del petróleo. A partir de ahí, sobre el telón de fondo del desempleo y la inflación, se produce una recomposición del tejido económico cuyos principales rasgos son la dispersión de las estructuras industriales, tanto territorialmente como en el aspecto organizativo, el desmantelamiento sistemático de los servicios público-estatales y una hegemonía creciente de los capitales financieros. Con esto han sido disueltos los grandes y poderosos colectivos obreros de la etapa anterior y sustituidos por redes de microempresas y trabajadorxs autónomxs, en principio mucho más manejables... Desde la perspectiva del sindicalismo y el socialismo más clásicos, esto se ha vivido como una estrategia voluntaria y decidida del capital, y se ha organizado la acción sociopolítica suponiendo que se trata de algo innecesario y plenamente reversible... Sin embargo desde la termodinámica ecológica venimos viendo todo esto, casi desde el principio, como un caso más de la típica respuesta; lógica e inevitable; de todo ecosistema que ve limitada primero y reducida después su potencia de entrada. Según esto, hábilmente, los capitales llevarían casi cuarenta años fragmentándose, a la vez que fagocitando al sector público, para adaptarse a la nueva situación. Mientras tanto, la gente trabajadora; a la defensiva, aunque con cada vez más excepciones; estaría soñando todo el rato con una vuelta imposible a los años cincuenta y sesenta o, alternativamente, expresando frustración, perdiendo el tiempo y dejando pasar oportunidades para construir tejido socioeconómico alternativo una y otra vez... Urge una estrategia que salte por delante de todo esto y permita a los agentes sociales recuperar la iniciativa y actuar con anticipación. Esto es lo que se consiguió cuando los titos Carlos y Federico elaboraron su propuesta: alineada con los intereses de las clases trabajadoras, adaptada a aquella situación y consecuente con los desarrollos científicos de entonces. Y es lo que toca hacer ahora integrando las ciencias avanzadas en el cuerpo teórico del socialismo: La termodinámica, la ecología y la más actualizada antropología, multicéntrica y de matriz feminista... Los fundadores del socialismo científico, lejos de tragarse cuanto les vino de tradición, innovaron y elaboraron...

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J.Ramón Rosell

Comentarios

28.10 | 23:39

Me ha encantado , ya hablaremos cuando tengas tiempo

06.09 | 00:08

matrix agroganadero, jajaja, toda la razóm. La natura siempre se organizó a si misma para todo lo que cayera al suelo se aprovechara.

01.08 | 10:49

Hola Carmen soy Antonia, quisiera me metas en el grupo de whatsapp con el 699769996 el frances lo he dado de baja.
Muchad Gracias.

12.10 | 07:31

Increíblemente interesante, voy a estudiarlo en detalle. Gracias.