"Cuantas menos sean las ideas que ensamblemos para construir un código ideológico más simple será éste, y más fácil será aprenderlo, explicarlo y aplicarlo. También será más fácil que resulte absurdo y desastroso. Por eso no se puede esperar que un código ideológico simple se implante y propague en función de sus resultados: para que la gente lo adopte hará falta palo y zanahoria en altas dosis, y habrá que achacar las tonterías y desastres consiguientes al mundo, questá mumal... Una vez implantados, los códigos ideológicos simples ahorran las incomodidades que acarrea enfocar la farragosa realidad según criterios objetivos, así como las eventuales complejidades derivadas de obrar en consecuencia. Pero no lo olvidemos: es esto, y sólo esto, lo único que puede garantizar nuestra supervivencia como especie en este planeta y aledaños."
J. Ramón Rosell