"No existe en política ni un análisis ajustado a realidad de los procesos socioeconómicos en curso; los cuales no se ven ni borrosos sin termodinámica y ecología por el medio ni propuestas políticas consecuentes. En mi opinión los discursos se apartan cada vez más materialismo dialéctico y del socialismo científico, o bien hemos inventado un socialismo científico "de letras" o al menos con lo menos posible de ciencias... Al lado de estas deficiencias, la cuestión de los símbolos es que ni es cuestión.
Y sí, estamos hablando de cuestiones de política social, de urgencias sin duda, y como casi siempre lo urgente nos hace olvidar lo importante. Un proyecto sociopolítico implica aspectos económicos sobre los que apenas se habla: Energía, ecosistemas, estructura y dimensiones del mercado... La derecha tiene bien claro el escenario al que nos enfrentamos: La potencia decrece, la economía se contrae inexorablemente y en éstas hay que descargar el mayor peso posible sobre la gente trabajadora. La socialdemocracia clásica se aferra; más o menos; a un estado del bienestar heredado de épocas de energía barata y cada vez menos posible Y no parece que vaya a cambiar ese discurso..."
J. Ramón Rosell