Vaya por delante que nos parece absurdo y jilipollesco tanto infringir sufrimiento innecesario a los bichos como utilizar organismos exóticos para funciones que puedan ser cubiertas por especies autóctonas. Pero dicho esto, opinamos: El autoctonismo y el animalismo son dos delirios irracionales que tienen su origen en derivaciones ético-morales del discurso ecologista, han desconectado de los fundamentos científicos, han cobrado autonomía operativa, se han cerrado sobre sí mismos y se retroalimentan. El problema es que, de llevarse al extremo, los dos complicarían cualquier gestión eficiente de ecosistemas extensos. Es decir: En un futuro de potencia decreciente; vamos, casi que ya mismo; estorbarán para comer.
El futuro del lince está en terrenos de sabana mediterránea; con producción de oliva, garrofa y bellota; donde a la vez se quiera promover el conejo como especie de caza productiva y, por lo tanto, haya que tener baja la densidad de zorros, mangostas y turones. Para que las cosas vayan bien con los conejos, lo fundamental es que se recompongan los herbazales y para eso no hay mejor cosa que llevar los arados a fundición. Aquí en el Sureste el monte natural es estepario, con espartes, garrigas espinosas más o menos sabanizadas en el litoral y matorral de labiadas, cistáceas y leguminosas desecables hacia el interior, muchos pinares claros y bosque mediterráneo sólo en vaguadas. Y hay conejos por un tubo; allá donde no se labra, claro; y aunque no hay muchos puntos de agua permanentes, aquí los linces estarían en la gloria.
Comentarios
28.10 | 23:39
Me ha encantado , ya hablaremos cuando tengas tiempo
06.09 | 00:08
matrix agroganadero, jajaja, toda la razóm. La natura siempre se organi...
01.08 | 10:49
Hola Carmen soy Antonia, quisiera me metas en el grupo de whatsap...
12.10 | 07:31
Increíblemente interesante, voy a estudiarlo en detalle. Gracias.