Devolviendo a Europa su fauna perdida...

"Habitaba el bosque o los espacios abiertos? recuerdo una cita de los setenta, a través de F. R. de la Fuente, en la que se recogía la proporción óptima de arbolado y herbazal para el bisonte europeo. Y no era de 50-50, pero no estaba lejos... La cuestión es decidir a qué llamamos bosque y a qué no: Hay aquí cerca unos pinares densos, pero no cerrados, con una alfombra continua de gramíneas perennes de más de medio metro de altura. Aunque esto es funcionalmente lo mismo que, por ejemplo, el miombo de África Austral, a ver quien acostumbra a la gente a decir que va a pasear "por la sabana" en lugar de por el bosque... Lo que viene a decir el artículo es que los bisontes no son animales de selva cerrada. Pero es que ningún otro ungulado lo es, excepto quizás los jabalíes, y todos, incluidos estos últimos buscan sábanas, junglas y riberas a la hora de alimentarse, aunque les guste dormir y descansar en lo más sombrío de las arboledas."

J.Ramon Rosell

"breve presentación de contenidos: Empieza con una colección de especies de grandes mamíferos, y un ave ratite, con interés potencial para la restauración de megafauna en la Iberia mediterránea, con sus ubicaciones ecosistémicas óptimas. En la misma página hay una cronología de extinciones de megafauna desde poco antes del principio del último período glacial hasta hoy, un mapa de las rutas potenciales de repoblación de fauna templado-cálida para Europa y Medio Oriente, y de los correspondientes obstáculos naturales y culturales, y un esquema generalizado de como reconfigura la vegetación una comunidad de negafauna completa y equilibrada... A continuación se habla de todas las especies de interés, dividiénolas en cinco apartados: En "viejos conocidos" están el jabalí, el ciervo, el gamo, el corzo, la cabra montés y el muflón, especies tradicionales de caza mayor, dos de las cuales deben su actual área geográfica a reintroducciones intencionadas. En "toros y caballos" se trata de los bovinos domésticos fáciles de reasilvestrar como el toro y el búfalo acuático, de caballos y burros cimarrones y también de bisontes y onagros, con referencias al mítico cebro, o encebro, de las crónicas medievales. En "pesos pesados" se habla del elefante asiático y del africano, que desde Siria y el Magreb, respectivamente, se quedaron a las puertas de Europa en el holoceno temprano, del rinoceronte de Sumatra, primitivo y amenazado pariente de los extintos rinos europeos. También proponemos debate acerca de los actuales rinos blanco y negro; africanos ambos; y de su hipotética equivalencia ecológica respecto a las dos últimas especies europeas de clima templado-cálido. Y finalmente hacemos homenaje una especie autóctona de pleno derecho, borrada de nuestro continente por combinación del frío y la sobrecaza: El hipopótamo común, con importantes funciones en materia de gestión hidrológica. En "fieras" hablamos del papel de los grandes depredadores como reguladores de la megafauna, y del uso que de ellos puede hacerse, como panel general de control, para gestionar el ecosistema de forma óptima: Se explica cómo han sobrevivido en precario osos, lobos y linces, cómo fueron exterminados hienas, doles, leones y leopardos, cómo regresaron estas dos últimas especies y se las volvió a exterminar. Así como del periplo de hienas rayadas y doles que estuvieron a un pelo de regresar, y el caso de tigres y guepardos que casi que llamaron a las puertas orientales del continente. En el último apartado "fauna esteparia" están el avestruz y el camello; domésticos pero indepedientes; cinco antílopes norteafricanos muy amenazados y el arruí, especies todas ellas que encajarían a la perfección en las condiciones que la previsión de cambio climático adjudica, para un futuro próximo, a buena parte de sur y del levante peninsular. Por último decir que las páginas primera y última contienen textos que bien podrian ser considerados como "arengas", pero que nos parecen estrictamente necesarios..."

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