Teoría y práctica

"Se supone que la sucesión regenerativa llega tan lejos como lo permitan las condiciones de marco ambiental, contando con que la vegetación y el suelo orgánico al desarrollarse establecen un bucle de mejora que multiplica la disponibilidad de humedad. No hemos hecho cálculos cuantitativos al respecto por que éstos son muy complicados y bastante elásticos: Dicen las malas lenguas que, de hecho, lo que más influye en el resultado final es el método que se emplee para hacer las cuentas. Así que ya me contarán ustedes... Hemos resuelto la cuestión aplicando un modelo esencialmente cualitativo, pero que incluye hasta siete clases de tamaño en la escala natural. Está basado en álgebra de conjuntos y nos da una tabla ramificada, como las claves de identificar plantas, que te va llevando a través de un laberinto de posibilidades. Sabemos por ejemplo que las ganancias totales que pueden facilitar los lastonares y las garrigas de caducifios inversos son compensadas en negativo por el repliegue que ambos tipos de plantas realizan en verano: Sólo el pino carrasco y el espino negro consiguen avanzar sucesión en estas condiciones, y casi nunca lo logran en semiárido medio e inferior. En cambio los matorrales de desecables, dominados generalmente por labiadas, cistáceas y algunas leguminosas, y los espartales, abren camino a garrigas espinosas de palmital-espinar, o de arto-cornical, que pueden dar a su vez paso a formaciones más boscosas. Con lentisco, cupresáceas, acebuche, aladierno y/o coscoja, y con un estrato alto y abierto de pino carrasco... Como plantas no autóctonas pero de gran interés económico, el algarrobo y los olivos de fruto gordo se pueden insertar en estas comunidades para crear, junto a las coscojas, frutaledas de secano estables y productivas, que casi siempre convendrá sabanizar mediante presión dosificada de herbívoros... Lo que determina si una sucesión avanza por el camino este, de las leñosas siempre verdes, o queda más o menos bloqueada en lastonar y garriga caducifolia inversa es, además de factores cuantitativos referidos a la humedad, el tipo de ritmo cíclico anual de partida: Si el ciclo es de dos estaciones claramente definidas; una favorable y otra adversa; pasa esto último. Si es de cuatro estaciones; dos favorables y dos adversas intercaladas; sucede lo otro, con independencia de si la adversidad invernal es debida a frío, a escasez de humedad o a ambas cosas a la vez. Pero... ¿Es esto necesariamente así? ¿No habrá otro factor determinante capaz de desbloquear la situación? Pues... El caso es que a las comunidades avanzadas de termomediterráneo inferior e inframediterraneo de por aquí les falta una pieza: Argania spinosa... Una oleácea espinosa; como su nombre indica; y arborescente, de fruto muy valorado, que está en el Magreb y (¡Oh causalidad!) es un caducifolio inverso... ¿Qué les parece? ¿Desbloqueamos la sucesión en encajes biestacionales de árido, semiárido y seco o como, de momento, vamos sobraos nos dedicamos a contemplar la puesta de sol? No sabemos por donde tirar por que "los otros", los que de verdad saben, nos tienen dicho que nuestra credibilidad es cero. Asinque aquí estamos en un sinvivir, a ver si nos dan permiso o no papensar por nuestra cuenta...
Y otro día hablaremos de otro desbloqueo sucesional: El que inducen las crasas importadas en los aridales del Sureste. Pero ésa ya es otra historia..."

J. Ramón Rosell

Hoy toca hablar de Permacultura desde una perspectiva concreta e histórica.Resulta que en el mundo angloparlante, que es de donde viene el invento, los estudios, cursos e investigaciones en Permacultura más interesantes suelen ser tesinas de fin de carrera, estudios de postgrado o tesis doctorales a cargo de biólogxs, ambientólogxs, agrónomxs, médicxs, arquitectxs y otrxs tituladxs superiores. Aquí no: Aquí la Permacultura entró como una gracia más de los movimientos New Age, y los profesores diplomados que podrían haber puesto orden, prefirieron rodearse de pandillas de graciosos antes que debatir en igualdad con quienes queríamos más nivel tecnocientífico que golpes de intuición, inspiraciones espirituales y rollos maniqueos. Así va el asunto... Nada que objetar respecto a la gente que se monta un huerto y practica en él estrategias de Permacultura: Sean cuales sean sus circunstancias, pasados un par de años nos suelen dar lecciones acerca de jugadas concretas a quienes llevamos ya décadas con estos trajines, pero lo que más abunda es lo otro...

Una de las ideas científicas que cuesta más trabajo asimilar en relación con la Permacultura es la distinción entre suelo orgánico y tierra mineral. Esta última, como su nombre indica, vale para obtener productos minerales: Cal, yeso, cerámicas, vidrios, cobre, hierro... En cambio el suelo orgánico es el que aporta los nutrientes necesarios para el desarrollo de los vegetales. El 98% de estos nutrientes son hidrógeno, oxígeno, carbono y nitrógeno, que proceden del agua y de la atmósfera, y se incorporan al suelo en forma de restos vegetales y animales. El 2% restante, que sí que viene de la tierra mineral, es arrancada a ésta por el ataque químico del suelo orgánico en ecosistemas pioneros, y luego ya en ecosistemas maduros son reciclados una y otra vez, y ni falta...

Cuesta trabajo asimilar esta idea por que choca con una creencia atávica, ancestral y con fuertes implicaciones emocionales, que desde una perspectiva científica resulta radicalmente absurda: El mito de la fertilidad de la tierra... Ésta, la fertilidad, sería una "cualidad intrínseca" que emanaría de "la esencia de la tierra", un bien escaso del que las plantas se apropiarían al crecer y que convendría devolver a la tierra mediante rituales como el fuego, la labranza o el compostaje. Este último suele ser inocuo y sólo supone derroche de trabajo, pero los otros dos resultan desastrosos y son responsables del deterioro de los suelos orgánicos y de la vegetación en gran parte del planeta, y de la pérdida acumulativa de productividad del territorio, con todo lo que esto implica... El que sea posible oír decir a agrónomos y biólogos que "la tierra es un organismo vivo" o que "las plantas son frutos de la tierra", se debe a que es una idea subyacente, que sigue ahí mientras no es puesta en cuestión de forma activa, directa y contundente. Esto es estrictamente necesario, por qué nos va a ir muy mal si no entendemos y asumimos pronto que, como decía, las plantas se alimentan en realidad de restos de otras plantas. O si no, de productos quimicos de síntesis, cuya fabricación consume cantidades enormes de energía...

Aunque formula principios éticos y operativos para alcanzar a gente sencilla, con escaso nivel de formación tecnocientífica, la Permacultura no se basa en principios sino en datos: Éstos provienen de la ecología y de otras ciencias biológicas, de la termodinámica, de una amplia gamas de ingenierías, de la metodología del diseño y de la teoría de sistemas generales... Su objetivo es crear ecosistemas, sistemas tecnológicos y paisajes habitables que provean todas las necesidades humanas de la forma más barata, eficiente y duradera, y en el menor radio geográfico posible. Y no es por capricho: La energía concentrada y barata se termina sin remedio, y vamos a tener que arreglarnos con fuentes dispersas y de baja potencia, que dejarán poco margen de maniobra a gracias y pejigueras. Cuando proponemos algo, estamos muy lejos de querer establecer normas de obligado cumplimiento. Esto lo haría la propia sociedad, directamente o a través de las instituciones públicas, si la situación termodinámica, ecológica y socioeconómica alcanzase niveles extremos de gravedad que lo hicieran imprescindible... Esperemos que no llegue a suceder... Lo que en realidad hacemos es proponer estrategias que permitan a las personas, familias, comunidades, instituciones y empresas mejorar sus condiciones de vida, su productividad o su posición en los mercados. Por que, entre otras cosas, hemos llegado a la conclusión de que a diferente plazo según los casos, aplicar estrategias permaculturales u otras equivalentes, determinará la diferencia entre ser viables o no serlo.

"Casi todo el territorio municipal de Cartagena de España está en el llamado ombroclima semiárido. Se incluye en el ombroclima seco inferior; que en cuanto a pluviosidad está por encima del semiárido; buena parte de la sierra oriental, mientras que una pequeña zona adyacente al cabo Tiñoso pertenece al ombroclima árido. Por lo que a política forestal se refiere y en estas condiciones hay que tener en cuenta varias cosas:
Aquí no hay encaje para auténticos bosques mediterráneos en el conjunto del territorio. Estos se encontrarían sólo en zonas de humedad acrecentada, como vaguadas, fondos de valle y riberas de ramblas muy potentes. En el resto de los lugares las condiciones naturales, según los casos, permiten arboledas mediterráneas abiertas, formaciones diversas de arbustos grandes y medianos, y matorrales esteparios. Salvo algunas interesantes excepciones, los pinares representan etapas transitorias en el proceso de reconstrucción de la arboleda abierta mediterránea y de las citadas comunidades arbustivas.
Es bien sabido que estamos en una de las zonas con más biodiversidad del continente europeo, pero el grueso de esa biodiversidad no está en el arbolado o en los arbustos grandes y medianos, sino en las matas y plantas herbáceas del monte bajo. Éste resulta poco vistoso, sobre todo cuando se le mira de lejos, y no suele ser tan valorado como se merece.
Como todas las zonas semiáridas del planeta, el campo de Cartagena y las colinas litorales del Sureste constituyen un laberinto de variantes ambientales diferenciadas, con sus correspondientes comunidades vegetales, que a su vez se subdividen en multitud de etapas de sucesión, consecuentes con el historial concreto de cada sitio...
El caso es que por estas y algunas otras razones, toda intervención de reforestación a realizar por estos montes debería ser cuidadosamente planificada, según los más estrictos y punteros criterios tecnocientíficos. De no ser así, no sólo existen grandes posibilidades de fracaso: También hay grave riesgo de que algunas actuaciones resulten contraproducentes."

J. Ramón Rosell

Comida, peces, luz, control de plagas...varias funciones de un solo diseño.

"Aquí les presentamos una maquinita de hacer comida. Consiste en una charca con ribera interior. Antes le pusimos macetas por casi todo el perímetro: Fue una tontusiada y la hemos corregido, por que así el espacio se aprovecha mejor, las plantas enredarán sus raíces, podrán asociarse y competir a su bola, y se organizarán de la mejor forma posible sin que tengamos que ocuparnos mucho de sus problemas personales... La charca está en el medio de una zona de huerto de invierno que dentro de poco se habrá convertido en un bosque de comer cuyos árboles ya están creciendo. Es en la parte sur de la casa, donde en su día plantamos un seto de hoja perenne para cortar los vientos fríos, y ahora tiene que estar Europa entera tiritando para que aquí haya que abrigarse. En esa charca y en otra cercana que aún está a medias, crían las ranas. Como ya explicamos hace unos meses, estas son fundamentales si quieres que el huerto produzca caracoles de sobra; también para comer; ya que actúan como superdepredadores y limitan las poblaciones de depredadores intermedios. Igual que los leones en la sabana."

Fuente Vieja

Comentarios

28.10 | 23:39

Me ha encantado , ya hablaremos cuando tengas tiempo

06.09 | 00:08

matrix agroganadero, jajaja, toda la razóm. La natura siempre se organi...

01.08 | 10:49

Hola Carmen soy Antonia, quisiera me metas en el grupo de whatsap...

12.10 | 07:31

Increíblemente interesante, voy a estudiarlo en detalle. Gracias.