¿CARNE O VEGETALES?

Alimentación y Permacultura

Vivir de la agricultura es, en líneas generales, vivir degradando ecosistemas. Lo mismo ocurre con la ganadería, excepto cuando es muy extensiva y de baja presión, lo que la convierte en algo muy parecido a la caza equilibrada... Solemos pensar que tenemos resuelto el problema de la alimentación y no es así: No son la agricultura y la ganadería lo que nos está alimentando sino la industria, que las apoya metiéndoles gran cantidad de energía y materiales para hacerlas productivas. Por sí mismas la agricultura y la ganadería (el sistema agroganadero) no podrían alimentarnos ni a la quinta parte de la población mundial... Y el caso es que el agotamiento acumulativo de de la energía barata y de los yacimientos minerales más ventajosos, determinan una inevitable regresión de la industria y la progresiva desindustrialización del sistema agroganadero. Éste suele alimentar al ganado mediante forrajes cultivados al efecto, con lo que se reduce la eficiencia de la fauna doméstica y se incrementa su impacto energético y ambiental. En esto se basan quienes proponen dejar de comer carne. No hay problemas nutricionales para quienes consuman huevos y lácteos a la vez que vegetales, y sí que los trae el vegetarianismo estricto... El argumentario vegano es fundamentalmente moral, y las "razones" que exhibe en aspectos materiales son apoyos complementarios que fallan por varios flancos... De todos modos, aunque la agricultura pudiera deshacerse de la ganadería cárnica, seguiría sin ser solución: Para que una agricultura desindustrializada, sin más, pueda alimentar a toda la población mundial, habría que multiplicar la superficie de cultivo a costa de ecosistemas naturales, y los grandes equilibrios planetarios se resentirían aún más de lo que están... Pero no desesperemos: Hay soluciones posibles, muchas y muy variadas, y todas ellas están en la onda de la ingeniería ecosistémica: Diseñar ecosistemas culturales a imitación de los naturales, plenos de biomasa y boodiversidad, y con todas sus funciones de regulación y control operativas. También acometer la gestión productiva sostenible de ecosistemas extensos, naturales y reconstruidos, dejando; eso sí; redes de reservas de las que sólo pueda ser extraída información... En estos ecosistemas la extracción periódica de carne y otros productos animales puede ser plenamente sostenible y carecer de impacto ambiental alguno. En algunos casos puede hasta ser necesaria para la correcta regulación de las comunidades de fauna. Dos ejemplos en los extremos: A todo vegetariano le requerirá trabajo adicional manejar caracoles en un huerto familiar de permacultura, pero no a quienes no lo somos, que sólo tendremos que ajustar un ritmo sostenible de captura y cumplirlo para no devastar excesivamente las poblaciones. En el otro extremo, los elefantes carecen de factores eficaces de control desde que nuestros antepasados exterminaron a los grandes felinos de dientes de sable: Todo proyecto de conservación de ecosistemas que cuenten con ellos debe necesariamente asumir tareas de control para evitar la regresión de la vegetación leñosa y el hundimiento de la comunidad biológica...