Como siempre en todo esto
hay matices y como la mayoría de las veces los matices son lo mas importante. A diferencia de los eucaliptos, tanto el carrasco como el pinaster son especies autóctonas europeas e ibéricas y tienen su encaje natural en los ecosistemas
de por aquí. El primero es especie titular en las etapas clímax del semiárido inferior, donde forma estratos arbóreos difusos sobre estepas de espartal o albardinar, con albaida, boja, romero, espino negro y otras muchas especies
que, en parte, dependen de las mejoras microclimáticas que cada árbol genera a su alrededor. En semiárido superior y seco inferior, el carrasco tiene también un papel fundamental y una presencia definitiva en muchas comunidades
clímax: Protagoniza el estrato vegetal mas alto, denso pero no cerrado, bajo el cual suele haber olivos, lentiscos, enebros, coscojas y aladiernos, con alguilagas, palmitos y sabinos cerca del litoral, y céspedes potentisimos de brchypodium retusum,
dactylis glomerata y otras gramas forestales. Como en el otro caso, la inmensa mayoría de éstas plantas dependen de las condiciones que crean los pinos, y pocas de ellas sobrevivirían de ser eliminados éstos. En seco superior y
en subhúmedo el pinar, aquí ya cerrado y de aspecto selvático, cubre una etapa sucesión avanzada que abre camino a las garrigas y bosques de esclerofitos mediterráneos. Pero ni siquiera en estos casos el carrasco desaparece
por completo al madurar el ecosistema: Permanece como estrato abierto o difuso por encima de la masa titular. Otros pinos mediterráneos, como el pinaster o el piñonero, tienen funciones parecidas a estas últimas, pero en ombrotipos subhúmedos
y en humedales. Por su parte el pinaster puede formar masas muy estables, definitivas o casi, en montaña, allá donde los esclerofitos tienen dificultades por el frío y los marcescentes por sequedad estival. En la práctica una masa
de pinar natural que se haya desarrollado en respuesta a intensas degradaciones por fuego, erosión o labranza, se parece mucho a aquellas otras plantadas para madera, y el proceso de sucesión que conduce hacia el bosque titular es básicamente
el mismo: Una sustitución lenta, gradual y sin prisas. Los eucaliptus son especies exóticas, por supuesto, pero una vez que están plantados y desarrollados están cumpliendo funciones de control microclimático vitales para
que avance la sucesión, y si queremos acelerar ésta debemos conservar dichas functiones a la vez que facilitamos la sustitución que corresponda. Por ultimo señalar que, pese a su exotismo, tanto los eucaliptos como el pino canario
tienen la capacidad de rebrotar de yema tras los incendios, facultad ésta que en según que casos no podría ser pasada por alto... La restauración de la cubierta vegetal en eriales labrados va a ser tarea prioritaria y factor económico
decisivo en el futuro de potencia decreciente. La ingeniería ecosistémica es técnica compleja y puñetera como pocas y al mas mínimo despiste sale el tiro por la culata.
Eucaliptos
aislados en el seno de un pinar. Valle de Las Agüicas, La Muela. Cartagena de España.