De tiempo se conoce la relación complementaria que se da entre caballos y vacas a la hora de aprovechar los pastizales formados por plantas herbáceas, con presencia de gramíneas muy fibrosas, e incluso
algunas especies subarbustivas o claramente arbustivas de esta misma familia. Recientemente hemos podido observar en la Camarga; comarca francesa situada en la desembocadura del Ródano; cómo en condiciones próximas a las naturales toros
parecidos al bravo español, y uno de los caballos más primitivos de Europa, prosperan en los carrizales aprovechando de forma mayoritaria recursos diferentes: Hierba más jugosa Bos; con Festuca, Agrostis,
Lolium y Dactylis, entre otras, mientras que Equus tira con mucha más gana de los propios carrizos. En las zonas que se inundan con regularidad esto basta para mantener estable la sabana húmeda, con estratos superiores en general abiertos de
Tamarix, Salix, Populus y Pinus pinea. Pero en zonas que se encharcan menos; en las que el bosque potencial es ya de castaños, Nogales y Quercus caducifolios; la combinación de toros y caballos no puede impedir que se llene todo de zarzamoras
y otras rosáceas espinosas... Hay quien utiliza burros y/o cabras para limitar las zarzas y mantener la vegetación en configuración de sabana, pero ambas especies son propias de zonas rocosas, secas y con vegetación típicamente
mediterránea, o esteparia incluso, y no parece que puedan ser viables en condiciones naturales, dentro paisajes muy diferentes de éstos. Al parecer el bisonte de Europa viene a suplir esta deficiencia: Le gusta comer vegetación leñosa
y se siente cómodo en climas y lugares húmedos. La combinación de toros, bisontes y caballos resulta atractiva y prometedora...