"En el hospital de Santa Lucía, Cartagena de España, plantaron un césped de Aptenia en los jardines. Podrían haber puesto monte autóctono del que hay por allí cerca, pero no: Les dio por ahí... Bueno: El caso es que Aptenia no por ser importada es tan invasiva como cuentan las leyendas urbanas, y a pesar de que la riegan con goteros y le metieron estiércol a punta-pala, se ve que hay cada vez más nitrógeno en fase no soluble, las cosas se estabilizan, ella decae y el herbazal auutóctono reconquista. Hasta ahí bien, pero no canten ustedes victoria, por que cada equis van por allí unxs, pagados con sus impuestos y con los mios, a arrancar cenizos, gramas, Sonchus y ajos silvestres para que la Aptenia, de los cojones, siga ahí, mandando donde ya no le toca... "
J. Ramón Rosell