"Si en una comarca hay x jabalíes, hay x jabalíes. Se les puede cazar de forma planificada y obtener así una cosecha periódica sostenible de carne barata. En esa misma comarca puede haber también x cerdos domésticos agrupados en n cebaderos, con lo que tendremos n problemas de contaminación por sales de nitrógeno... ¿Cuál es la diferencia? Pues dispersión o concentración: El ecosistema sabe cómo degradar cierta cantidad de residuos, incorporarlos al suelo y así enriquecerse: Madera, paja, estiércol, aguas usadas, plásticos degradables e incluso los tipos de escombro más corrientes. Pero si los concentramos para "darles adecuado tratamiento" creamos un problema, y éste es más grave aún si autoridades incompetentes hacen con ellos alguna de las estupideces que mejor se les dan, que no son pocas...
Con los aparatos viejos pasa algo parecido: Cada cual se debería quedar con los suyos para piezas o para si algún día no muy lejano, cuando empiece a faltar de todo, rotos y todo, pudieran venderse a buen precio. De este modo nos ahorraríamos el desbarajuste que supone los megavertederos en los que todo termina actualmente, para poder contarnos el cuento, una vez más, de su adecuado tratamiento, que al menos en los países del sur de Europa es, simple y llanamente, mentira.
Funcionar en ciclos lo más cortos posibles, en esto y en todo, es justo lo que propone la permacultura. Y no es por capricho. Es que no va aquedar otra."
J. Ramón Rosell