"Nos hemos quedado atrás en la gestión de los recursos naturales. Andamos todavía pensando que para obtener rentas hay que destruir "la naturaleza", y que para conservar los ecosistemas tenemos que renunciar a nuestros intereses... Y en tamaña sandez andan a la par gran parte del vecidario, del empresariado, de las administraciones y del movimiento ecologista. En cambio más al sur; donde hay menos despilfarro y la gente suele estar menos malcriada; gobiernos, empresas y agentes sociales aprenden a marchas forzadas a meter en cuentas los servicios y costes ambientales... Aquí las cosas van por el camino que van y vamos a tener que aprender todo eso, y muchas otras cosas, de sopetón. O casi..."
J. Ramón Rosell