"Hemos reducido al mínimo la biodiversidad, la complejidad, la potencia y la biomasa de los ecisistemas de los que pretendemos alimentarnos, y lo único que conseguimos fue matarnos de hambre y de conflictos derivados hasta que la industria vino al rescate y obligó al sistema agroganadero a dar de comer a la gente... A costa de gastar ocho o diez veces más energía que la que finalmente obtenemos de los alimentos. Y la energía barata de los años cuarenta se acaba: O reconstruimos o nos lo vamos a pasar muy mal."
J.Ramón Rosell