Alguien que sabe un montón de cosas del mar, me habló hace poco de lo que pasa con las reservas de biodiversidad marina: Al parecer en los proyectos de conservación
y uso sostenible de las aguas costeras se fia todo al turismo y a la promoción de la pesca artesana tradicional. El problema es que ésta última interesa a cada vez menos gente, no hay relevo generacional y, si no se pesca, en las áreas
protegidas la oferta gastronómica local se resiente, de rebote también el turismo y la política de reservas pierde puntos en el aspecto económico... Estamos recolectando imágenes submarinas en todo el entorno de Cartagena
de España, y cada vez que capuzo me acuerdo de cuando, de adolescentes, mis amigotes y yo nos jartábamos de pescar y marisquear en estas mismas aguas con gafas, tubo, fusil de gomas, pinchos y palangres de fondo... Romanticismos aparte ¿Es
la pesca artesana tradicional la forma más eficiente, sostenible y rentable de aprovechar la productividad de las aguas costeras? ¿No sería interesante diseñar nuevos métodos de pesca artesana, capaces de atraer el interés
profesional de la gente más joven? Actualmente disponemos de recursos de observación y captura de gran eficacia, y sabemos mucho más que nunca de la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas costeros. El caso es que, por más
oficio y tradición que tengan, quienes llegan a suponer que los pulpos se comen "sus propias patas" cuando tienen mucha hambre, sin duda han de arrastrar ciertas limitaciones, tanto perceptivas como operativas...
Y el aphoto de hoy es de Boops
salpa, pez herbívoro y detritófago, muy abundante y que al estar en la base de la pirámide trófica es de los más eficientes. Se valora poco por su sabor a cieno, sin embargo éste desaparece por completo si se le vacía
y se le limpia recién pescado: Así su carne resulta deliciosa.
J. Ramón Rosell