"La fuerza de la permacultura, el rewilding y similares se debe a que están pensados para funcionanar al margen de energías concentradas: fósiles, nuclear y similares... En principio fue cosa de principios y voluntades, pero a medida que las fuentes de energía concentradas y de alta potencia van a menos, va siendo cada vez más cuestión de necesidad. El acortamiento de los radios de intercambio y la miniaturización; en el sentido de concentración de funciones en unidades cada vez más pequeñas; son respuestas inmediatas de todo tipo de ecosistemas ante los recortes de potencia. Lo que ya no es tan de cajón y requiere datos, capitales, reflexión proyectiva y, en su caso, voluntad política es la inversión en renovables y la superación de los mitos y ritos agroganaderos en la ingeniería de ecosistemas pura y dura. Pero resulta que estas dos operaciones serán necesarias, tanto en el ámbito rural como en el urbano, para sostener niveles de productividad que permitan afrontar el decrecimiento de la potencia sin pérdidas de estructura... Estas últimas, desgraciadamente, ya empiezan a devastar países poco industrializados, cuya pobreza en capitales y en datos no les permite hacer frente a la situación."
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