"Los eucaliptos son especies pioneras que junto a casuarinas, acacias perennifolias, pinos y algunos caducifolios tropicales, pueden ser utilizadas para restaurar con rapidez suelos dañados por la agricultura e iniciar proyectos de permacultivo, rewilding u otras modalidades de ingeniería ecosistémica, que devuelvan al territorio la productividad perdida. Se trata en general de especies muy resistentes a condiciones edáficas adversas, pero competitivamente débiles, que son desplazadas fácilmente por Quercus, hayas, olivos y otras especies de la clímax, una vez que han restaurado el suelo orgánico en los lugares donde crecen. La reconstrucción productiva de ecosistemas es la forma más eficaz de combatir los problemas climáticos, procurando a la vez recursos sobre los que articular un desarrollo económico plenamente sostenible. El uso masivo de madera de producción equilibrada y equilibradora para construcción de viviendas y otras instalaciones permanentes, es una forma muy eficaz y potencialmente masiva de retener carbono en forma sólida por largo tiempo, y la quema de materiales forestales de bajo calibre, subproducto de la producción maderera, es ya la fuente de energía más rentable y competitiva, a la vez que resulta ambientalmente neutra. La sustitución de robledales y otras formaciones forestales clímax por plantaciones de eucaliptos y pinos, en lugar de haber promovido una gestión adecuada de aquellas, fue y es una solemne jilipollez se mire desde el ángulo que se mire, pero no puede ser achacada a las funciones ecosistémicas propias del arbolado pionero, sino a los errores de bulto de una ingeniería forestal ambientalmente analfabeta y a la incompetencia de las autoridades que la permiten o fomentan."
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