Hay dos procesos, muy relacionados entre sí, pero bien diferenciados: El desbarajuste climático y el calentamiento global.
La deforestación opera en los dos sentidos: Reduciendo la masa de agua continental y, con ello, la inercia térmica del planeta por un lado, y añadiendo gases de carbono a la atmósfera por el otro. La agricultura; propósito
y a la vez resultado de la deforestación; es otro factor de primer orden: Sus perdidas crónicas de nitrógeno y otros nutrientes, tienen lógica contrapartida en la hiperfertilización de los mares y otras masas de agua, con
los consiguientes procesos de fermentación anaerobia y vertidos de metano. La quema de combustibles fósiles en un proceso más reciente, pero nada despreciable tomando en cuenta que su rendimiento energético es cada vez menor, y
cada vez hay que, simplificando, quemar más para obtener la misma potencia neta. Por otra parte, agricultura y reforestación han experimentado un acelerón brutal desde que tienen la energía fósil y todas las tecnologías
relacionadas a su servicio... ¿Cual es la importancia relativa de cada uno de estos factores en el deterioro climático de nuestro planeta? No me atrevo a dar respuesta a esto, pero bien es verdad que, según ciertos cálculos no demasiado
complicados que hice hace algún tiempo, podríamos retirar todo el carbono que hay de más en la atmósfera si reforestásemos gran cantidad de las tierras que hoy se dedican a cereales y a legumbres. El porcentaje estaba solo
un poco por encima del correspondiente al grano que se dedica a alimentación animal... Y no quiero acabar esta matraca sin referir a un cuarto proceso que por el grado de retroalimentación que le es de prever, aterroriza: La fermentación
de la materia orgánica contenida en los suelos polares a medida que estos se vayan derritiendo...