Los pescadores de las costas del Perú encontraron que en ciertos años las aguas donde pescaban estaban más calientes de lo normal, lo que ocasionaba que la
pesca fuera mala. En esos mismos años, lluvias torrenciales afectaban a esta región de
Sudamérica. Como la anomalía en la temperatura del océano alcanzaba un máximo
hacia finales de año, durante diciembre, los pescadores asociaron a esta especie de
corriente de agua caliente con la llegada de El Niño Jesús, por estar próxima la Navidad. En realidad esta anomalía en la temperatura superficial del océano se extiende en los
trópicos desde el océano Pacífico central hasta las costas de Sudamérica.
el meteorólogo Jacob Bjerknes estableció que la
llamada oscilación del sur y la corriente del Niño eran parte de un mismo fenómeno
climático que involucraba interacciones entre la atmósfera y el océano Pacífico tropical. Más adelante, se encontró que las señales de la ocurrencia del fenómeno ENOS no se
limitaban a las regiones tropicales del océano Pacífico, sino que podían afectar regiones
tan distantes como los Estados Unidos o Sudáfrica.
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