La infancia, constituye una etapa crítica durante el proceso de formación psicoafectivo. Ser padres y profesionales, requiere de una preparación concreta y continuada, para favorecer y no interferir en este período delicado y crítico para el desarrollo saludable de los bebés y pequeños.
Nuestra Sociedad, no nos prepara para un abordaje integral y bio-psico-social de la primera infancia. El vacío de esta preparación, conlleva generalmente la reproducción de modelos educativos, con la consiguiente transmisión intergeneracional de padres a hijos en pautas educativas poco favorecedoras desde la perspectiva de la salud.
Esta reproducción de modelos significa, que de forma más o menos inconsciente, volvemos a repetir "el como" de la interacción que tuvimos con nuestros propios padres en relación a nuestros hijos, siendo probablemente poco satisfactoria para el bienestar integral de los mismos.
Desde la Prevención de trastornos emocionales diversos y del sufrimiento estéril de los pequeños (consecuencia de diversos factores y de la ausencia formativa de los adultos), pretendemos potenciar criterios favorecedores de la salud infanto-juvenil.