"Cereal asesino, agricultura asesina...la invasión Libia de hace 7.000 años nos trajo el peor de los inventos. En los albores de la era post industrial y pasado ya el pico de producción del petróleo...toca reinventarnos en una especie de Neo-Paleolítico o Biolitico como lo llama Benigno Varillas. La alternativa = HAMBRE.
LECHUGAS ASESINAS
Francisco López-Mirones
Mucha gente tiene la percepción de que los seres humanos hace miles de años vivíamos en armonía con la naturaleza, y que fue la Revolución Industrial la que de pronto nos convirtió en bestias exterminadoras.
Nada más lejos de la realidad.
Otros asocian a nuestra época de cazadores recolectores una suerte de bestialismo violento, machismo y extinción. Erróneo también.
Resulta que la mayor agresión al planeta de nuestra historia olvidada fue probablemente la Revolución Agrícola. Sí, la que facilitó la domesticación de la actual alimentación de vegetarianos y veganos. A veces, para exterminar a un grupo de gorilas, elefantes o cecilios, es más efectiva una huerta que decenas de cazadores.
La razón es sencilla, los cazadores, tras matar algunos ejemplares, solían cambiar de territorio, pero las huertas y cultivos permanecen.
La dictadura de las lechugas fue inexorable, y no sólo acabó con todos los mamíferos grandes con pelo, sino que propició la aparición de las élites religiosas y económicas; con la verdura cultivada nacieron los excedentes, y por tanto, la propiedad y la codicia.
La vida de cazadores recolectores era bastante más feliz y sana que la que propició la aparición de la agricultura en el mundo.
Resulta pues que las sociedades de cazadores y pescadores, hoy acosados por los consumidores de vegetales, fueron los creadores del arte, la magia, las historias de ficción y el reparto social.
Eran nómadas cuyas únicas pertenencias eran las que podían cargar a sus espaldas y dentro de sus cerebros.
Cuando el ser humano domesticó al trigo, el maíz, la yuca, las lentejas o el mijo, inventó la frase que nos va a destruir: "esta tierra es mía".
Expulsó a las grandes bestias herbívoras por competencia y a las carnívoras por temor, e inició su autodestrucción.
Mientras cazar y pescar desarrolló la cooperación entre las bandas de primates, la ayuda mutua e incluso el pacto con otras especies como los lobos, la aparición de la agricultura nos convirtió en egoístas, posesivos y codiciosos.
Paradojas de nuestra evolución que conviene que muchos conozcan para evitar esa superioridad moral que exhiben.
Un aullido.
www.ORCA-FILMS.blogspot.
El artículo habla de aquello que no nos quisieron explicar en la escuela, de como el genial invento de la agricultura nos transformó hasta ser lo que hoy en día se está cargando el planeta: una sociedad profundamente enferma, a la que, como bien decía Krishnamurti, no conviene adaptarse..."
Carmen P. Pagán