"
La combinación de sequía y calor, que va a ser cada vez más recurrente, provoca reajustes en la vegetación. Es de prever una regresión generalizada de los bosques en todo el Sureste Ibérico, inestabilidad en aumento de plantaciones de almendro en secano y aridificación progresiva de garrigas, matorrales, sabanas y estepas... No hay mucho que hacer al respecto, salvo asumir y adaptarse. El calentamiento es ya irreversible y las medidas que se están tomando parecen de cachondeo... Las plantas mueren por desencaje climático y lo menos relevante es que bicho en concreto les da la puntilla... "