"Sin que el optimismo sea negativo, lo cierto es también que el pesimismo puede ser positivo. El pesimismo no es un síntoma sino una actitud. Julie Norem ha definido el pesimismo defensivo, consistente en “ponerse en lo peor” y prever cómo las cosas podrían ir mal, como una estrategia que ayuda a las personas preocupadas a dominar su ansiedad de modo que ésta se vuelva a favor y no en contra. El pesimismo defensivo, aparte probablemente de ser más realista y responsable, amortigua el impacto emocional si las cosas salen mal y no excluye gratuitamente la responsabilidad personal. ... No obstante ... se cacarea más el optimismo, seguramente de forma interesada"
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