Los árboles de follaje caduco, verdes en verano, están adaptados a climas templados o cálidos en los que el invierno es estación adversa y el verano favorable. Esto es así cuando el invierno es frío, seco o ambas cosas a la vez, y el verano algo lluvioso. Parecidas condiciones se dan en climas mediterráneos, en fondos de valle donde convergen las aguas, y en riberas de cauces importantes.