Durante gran parte de la Era Terciaria hubo extensas laurisilvas en el sur de Europa. Hoy solo sobreviven en algunas islas atlánticas, pero hay muchos lauroides dispersos en el continente. En general viven como especies dependientes bajo bosques de mayor resistencia, pero pueden llegar a ser dominantes en fondos de valle con sustrato estable, donde compiten con desigual resultado, sobre todo, con multitud de caducifolios típicos. La agricultura ha ocupado la inmensa mayoría de estos lugares privilegiados...