El propósito de la permacultura es desarrollar espacios habitables que abastezcan todas las necesidades humanas de la forma más satisfactoria y duradera, y en el menor radio
geográfico que resulte posible. Para eso utilizamos el método general del diseño: Recogida sistemática y exhaustiva de datos, procesado de éstos últimos para elaborar proyectos concretos y ponerlos en práctica,
y a partir de ahí ir gestionando los sistemas ya instalados, evaluando resultados y tomando las decisiones pertinentes. Para obtener resultados óptimos mediante la aplicación del diseño, en permacultura conviene tener en cuenta
una serie de principios de referencia que, al parecer, ciertxs diseñadores y diseñadoras reinventan a su gusto... Personalmente preferimos utilizar la fórmula más clásica, dada directamente por Bill Mollison y recogida en
su libro "Introducción a la Permacultura", entre otros textos de referencia. Ésta consta de nueve enunciados que para su explicación y manejo pueden ser agrupados de tres en tres:
El primer bloque va de mecanismos básicos y recoge normas muy simples que ha de cumplir todo diseño para no desvariar demasiado: Son los principios de "ubicación relativa", de "multifunción" y de "multielemento"... Si quieres
que la maquinita ecosistémica que te vas a fabricar funcione aceptablemente, tienes que asegurarte de que todo cuanto vayas a montar se apoye en; y apoye a; todo cuanto montes o haya ya alrededor, siempre pensando en el objetivo concreto que hayas decidido
alcanzar para el caso. O que, por lo menos, no se estorben... Además conviene que cada elemento realice a la vez varias funciones, y que cada función importante sea soportada por varios elementos.
El segundo bloque se refiere a la forma
de planear el uso de los recursos, y los principios permaculturales correspondientes son el de "zonas y sectores", el de "preferencia biológica" y el de "reciclado": Te conviene organizar el territorio en zonas, más o menos concéntricas,
de modo que las que vayas a transitar obligatoriamente con más frecuencia, sean las que más atención y trabajo necesiten, y las que menos, las que menos. También especializar cada área, según convenga, en funciones
diferentes que se acoplen de forma transversal a las diferentes zonas que hayas delimitado. A la vez, siempre que sea posible, te interesará más utilizar plantas y bichos para funciones concretas que costosos apechusques, ya que éstos
requerirán periodicamente suministros de energía, mantenimiento y reparaciones. Y aunque no te des ni cuenta, perderás cada vez que tires algún subproducto útil sin volver a darle empleo directo en el sitio. Si lo llevas
al contenedor, en el peor de los casos terminará rodando por ahí y dando tormento, y en el mejor será otrx quien le saque el pringue...
El
tercer bloque habla de complejos mecanismos naturales que tienen los ecosistemas, y que conviene seguir y utilizar en todo caso, por que son eficientes, automáticos y gratuitos. Aquí entran los principios de "sucesión", de "diversidad"
y de "efecto frontera": Dado que la vegetación, el suelo orgánico y la fauna se desarrollan por sí mismos con el tiempo, y hacen que la productividad y la estabidad del ecosistema sean cada vez mayores, te conviene dejar de hacer tonterías
como labrar, quemar, envenenar o sobrecargar con exceso de ganado. Y si paras con todo eso, con poco más conseguirás acumular capital biológico en el terreno, lo que es mucho más barato, productivo y seguro que hacerlo todo dinero
y confiárselo al banco. Incluso en algunos casos, tus cuentas mejorarán si intervienes con habilidad e información fiable para acelerar ese proceso de acumulación biológica... Resulta además que los ecosistemas naturales
se dotan de todas las especies animales y vegetales y de todos los tipos diferentes de comunidad biológica que les permiten los climas y lugares en que se encuentran. En esta línea, tú puedes ir más allá incluso de lo que
determinen las condiciones naturales del sitio en el que estés y, a cambio de una discreta inversión de trabajo suplementario, disponer de la más variada gama de productos y funciones útiles. Por su parte, la multiplicación
de estructuras diferentes da a los ecosistemas permaculturales más estabilidad y resistencia. Y además, en las zonas de contacto entre comunidades biológicas distintas; los bordes, fronteras o ecotonos; aparecen funciones especiales que
no se dan en otros supuestos y pueden ser aprovechadas de diferentes formas, así que interesa que haya cuantas mas zonas de frontera mejor...
El primer bloque es de cajón, y teniendo someros conocimientos de termodinámica y biología sale casi que por la cuenta de la vieja. Tampoco hace falta ser, ni de lejos, como Ramón Margalef o Howard Odum
para hacer rodar satisfactoriamente el segundo... Pero en cambio el tercero requiere un cierto empolle en ecología. Por eso hace dos años, hicimos unas sesiones de ecología aplicada, en las que tratamos acerca de las comunidades vegetales
del Sureste Ibérico, los marcos ambientales con los que se corresponden, y los mecanismos que determinan dicha correspondencia... El caso es que mal se puede hacer permacultura extensiva en climas áridos, semiáridos y secos sin tener medio
controlado todo ese trajín, y aquí no hay agua para ponerlo todo en intensivo, y ya iréis viendo que ni falta que hace...
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