Calidad de Vida...

Extracto de "Sin Petróleo"

Nuestros intereses básicos como individuos, como grupos y como especie son, en todo caso, el motor primario de nuestras actuaciones. Pueden estar más o menos tergiversados, retorcidos o desvirtuados, pero siempre aportan la voluntad que nos mueve en cualquiera que sea la dirección. Como los otros animales, todo humano desea estar sano y a gusto, durar cuanto más mejor y que el entorno en que vive responda de la forma más clara y directa a estas dos voluntades, lo cual requiere un mayor o menor esfuerzo de gestión. A fuerza de condicionamientos y adoctrinamientos malintencionados se puede conseguir que alguien se dedique a ejecutar automáticamente patrones de comportamiento fijo, aún cuando eso implique actuar contra sus intereses, meterse en líos innecesarios o sacrificarse por el bien de la causa de turno. De esta forma se sigue expresando el código de banda heredado de los pequeños monos bípedos de la pradera, de los que en parte descendemos. Y de esta forma son fabricados problemas de todo tipo y se boicotea cualquier intento de solución eficaz... En algún momento de nuestra vida puede surgirnos la necesidad de barrer de un plumazo toda arquitectura demencial de comportamiento, que nos lleve a vivir en contra de nuestros propios intereses, a crearnos problemas innecesarios y a meternos en líos absurdos. Si decidimos hacerlo, si lo hacemos de hecho, y si alcanzamos el objetivo propuesto, nos quedaremos a solas con una serie de pulsiones profundas que compartimos con el resto de los humanos y con otros muchos animales: Querremos entonces que nuestro organismo esté bien estructurado y que funcione correctamente, poseer energía de sobra para emplearla en la acción o atesorarla según convenga, controlar y manejar información veraz, útil y convenientemente estructurada, disponer de un eficaz sistema defensivo para salir ilesos de cuantas agresiones microscópicas o macroscópicas hubiera que afrontar, tener de nuestra parte a cuanta más gente mejor, ejercer control; directo o indirecto, individual o colectivo; sobre la mayor cantidad posible de recursos y disfrutar de los placeres eróticos, que en nuestro caso; como sucede en bonobos, delfines y otros animales superiores; no están solo al servicio de la reproducción sino que además son canales de interacción sociocultural y, por efecto de uso recurrente, han llegado a ser necesarios para un correcto funcionamiento de nuestro organismo.

Las religiones patriarcales y otras ideologías de campo R, insisten en explicarnos quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, cuestiones que, además de prestarse mucho a tergiversación, importan bien poco cuando nos interesa lo que nos interesa y estamos en lo que estamos. Por otra parte, desde la perspectiva de un realismo pragmático y coherente nos basta con saber lo que queremos y la forma de conseguirlo, es decir: Tener plenamente activada nuestra voluntad básica y poseer un conocimiento extenso, profundo y minucioso de nuestro entorno, a ser posible basado en datos validados científicamente.

Comentarios

28.10 | 23:39

Me ha encantado , ya hablaremos cuando tengas tiempo

06.09 | 00:08

matrix agroganadero, jajaja, toda la razóm. La natura siempre se organizó a si misma para todo lo que cayera al suelo se aprovechara.

01.08 | 10:49

Hola Carmen soy Antonia, quisiera me metas en el grupo de whatsapp con el 699769996 el frances lo he dado de baja.
Muchad Gracias.

12.10 | 07:31

Increíblemente interesante, voy a estudiarlo en detalle. Gracias.