Las terapias naturales y alternativas son la bestia negra del cientifismo más recalcitrante: Yogas, reiquis, acupunturas, fitoterapias, cromoterapias...
Y la homeopatía, que según parece es la que más les toca los congojos.... Sin embargo a la gran industria farmacológica;
y a todas sus liadas y tontunas; le profesan amor, devoción y entrega... Y dicen que la homeopatía; que aún pudiendo ser artesanal lleva colgada industria propia; no funciona. Pero en The Lancet publicaron en su día unas pruebas
de preparados homeopáticos sobre tejidos in vitro bastante espectaculares. De todos modos los experimentos de laboratorio no parecen muy fiables a la hora de poner a prueba procesos complejos. Es como lo que pasó cuando empezó a
rodar la etología; o psicología animal, y los investigadores se pasaban semanas y meses en los zoológicos. Pues bien: Casi todas las conclusiones que así sacaron, hubieron de metérselas por cualquier sitio cuando los naturalistas
de campo entraron en escena y fueron a ver a los animales en sus lugares de origen. Sin duda resulta sorprendente, por que se desconoce qué mecanismos fisicos podrían servir de soporte y las explicaciones que la tradición homeopática
da al respecto son míticas, no científicas... Con todo, de forma irresistible el tema me interesó: ¿Qué tienen el agua, los azúcares y los alcoholes que pudiera permitirles almacenar, conservar y transmitir información?
Y aún cuando haya tenido que aparcarlo por falta de tiempo, me llegué a enterar, por ejemplo, de que en realidad el agua líquida pura no es H2O, sino H2nOn; es decir, un polímero; con diversas formas alotrópicas, y que se
han descrito sutiles cambios en sus propiedades físicas en relación con la historia química reciente de cada muestra: Aún sabemos muy poco de cristales fluidos, clatratos y redes "supramoleculares". Quizá la investigación
de la homeopatía a esos niveles podría, en el peor de los casos, arrojar un verdadero diluvio de "beneficios colaterales"...