"Se los está comiendo un coleóptero, una bacteria o no sé qué y la gente se preocupa... Yo también, pero no por los pinos, que son lo de menos. Es que, como en muchos otros casos, la procesión va por dentro. Veamos: Hace ya un tiempo hubo a quien le dio por plantar pinos, y se le fue la mano. Hubo algunos que cayeron en sitios adecuados, otros no tanto, se quedaron enanos, y mal que bien han ido sobreviviendo... Por otra parte es bien conocido que los pinos; cuyas semillas son transportadas por el viento; tienen una fuerte voluntad expansiva que sólo los rumiantes sivestres y otros grandes herbívoros pueden contener. Y el caso es que aquí, en las sierras de Cartagena de España, no los ha habido hasta hace bien poco. Por eso el monte se ha ido rellenando de pinos. Hay, por ejemplo, laderas soleadas, orientadas al SW y al SE, donde los pinos se asientan cuando se suceden tres o cuatro años pluviométricamente normales, y luego en años secos sufren mortalidades bastante grandes... En sistémica esto se conoce como un ciclo de carga-descarga: Está controlado, es normal... Otro asunto relacionado es lo del cambio climático; o calentamiento global, para entendernos; que parece a punto de salirse de órbita, por lo del pemafrost, y eso: Pues resulta que los veranos duran cada vez más y los invernos menos, y que el agua que se conservaba en período frío ahora se evapora y la sequía estival es más larga y profunda. Los pinos llevan muy mal las sequías prolongadas por que, cuando crecen en sitios muy secos, lo fían todo a su capacidad de almacenar agua para compensar las pocas pérdidas que tienen cuando están en letargo, pero si se les acaba la reserva sufren daños muy intensos y ya no levantan cabeza por más que lloviere o se les regare... En esas viene el bichito de turno y les da la puntilla... Van a quedar pinos carrascos en las sierras semiáridas del Sureste Ibérico, no se van extinguir, que no cunda el pánico, pero la regresión de los pinares que estamos presenciando es indicador de algo más profundo, menos visible y mucho más preocupante: El calentamiento global, combinado con una mayor frecuencia de años puñeteros, va a romper el ritmo de dos estaciones anuales; húmeda y seca sin más; que impera en laderas sombrías de nuestros montes, y se verá sustituido por ritmos de cuatro estaciones; con período seco a mitad del invierno casi todos los años; que domina en casi todo el resto del territorio. Con ello nuestros herbazales maduros de perennes; la comunidad vegetal más rica en biodiversidad de por aquí, con cerca de doscientas especies en plantilla; perderá nicho en favor de los matorrales de pequeños arbustos desecables; tipo tomillo y romero; que se llevan mucho mejor con los ritmos cuatriestacionales... Y entonces sí que tendríamos un problema que, dicho sea de paso, ni mesocurre como habría que afrontar. Y el aphoto, que hoy y sin que sirva de precedente, va de la cuestión."
J. Ramon Rosell