En ombrotipo semiárido supeior y seco, de los termoclimas infra, termo y mesomediterráneo, el invierno es total o en su mayor parte, estación útil para la producción vegetal. Y el verano,
un tormento... Por eso aquí tienen ventaja las herbáceas perennes y el paisaje tiende a sabana. Si nuestros antepasados pleistocénicos no se hubieran cargado a los más grandes herbívoros y fieras; es decir, en condiciones
naturales; los herbazales perennes subnitrófilos ocuparían el centro del tablero ecosistémico. Sin embargo; debido a la ausencia de megafauna, las prácticas agrícolas y otros desbarajustes;
dichas comunidades vegetales se han visto obligadas a refugiarse en los márgenes: Cauces torrenciales, campos abandonados, cunetas de carretera e, incluso, terreras de mina ya de tiempo... Hablamos de uno de los ecosistemas más complejos de nuestro
entorno, cuya clasificación trae de cabeza a los expertos en sociología vegetal, que se han visto obligados a replantearla unas cuantas veces durante las ultimas décadas. Antiguamente, tenía rango de comunidad (no sé si llegaron
a darla como asociación), y sus especies características eran Hyparrhenia hirta, Melica ciliata y Helyctotrichon filifoliun; de las gramíneas; la liliácea Allium paniculatum y la fabácea Psoralea bituminosa. También
se recogía la presencia; localmente importante; de Foeniculum vulgare, Dactylis glomerata, Centaurea aspera, Eryngium campestre y Carlina corymbosa, entre otras muchas... En transición hacia otros tipos de herbazales, suelen aparecer; ocasionalmente
incluso como dominantes; Brachypodium retusum, de la clímax en semiárido. Stipa parviflora, hacia semiaridales inferiores junto a la anual Stipa capensis. Cynodon dactylon, piptatherum miliaceum y Asphodelus fistulosus, hacia situaciones de mayor
presión de pasto o pisoteo; junto a las anuales Brachypodium distachium y Hordeum murinum. Y transitando a herbazales de ribera, mucho más húmedos, Agrostis stolonifera, Festuca arundinacea y varias especies de Trifolium. En sucesión
a comunidades más maduras, son también frecuentes Stipa tenacissima, Anthillis cytisoides, Anthillis terniflora, varios Thymus, según los sitios, Rosmarinus y las especies de Asparagus que corresponda, entre muchas más. En los herbazales
perennes subnitrófilos del Sureste ibérico, hay especies de todo rango territorial y procedencia: Mediterráneas, africanas, irano-turanias, centroeuropeas, euroatlánticas y, de un tiempo a esta parte, también algunas transcontinentales.
Entre ellas se asocian, compiten, se desplazan y se suceden, según campos de factores que a veces entendemos con facilidad y otras no tanto... En el futuro, cuando; de agrado o a la fuerza; acometamos la restauración ecosistémica a gran
escala del Sureste Ibérico, los herbazales perennes subnitrófilos se convertirán en uno de los recursos económicos más importantes de la región. Es en estas comunidades en las que parece querer integrarse Pennisetum
setaceum...