"Desde el sector primario se empieza a plantear la necesidad de extraer aguas subterráneas en el Campo de Cartagena, tanto para sostener su actividad productiva como para ayudar a la recuperación de la calidad ambiental del Mar Menor: es un paso adelante. Antes hubo que pelear duro para que se entendiese que gran parte de las aportaciones de nitrógeno agrícola a la laguna van por vía subterránea, y que éstas podrían superar en varias veces lo que entra bien a la vista por las ramblas. Ahora empieza a ser aceptada la idea de que para solucionar definitivamente los problemas de la laguna es necesario bombear y cuanto más mejor... Nos felicitamos, pero ni nos vamos a poner laureles ni nos vamos a dormir en ellos, por que aún queda la parte más dura del asunto: cómo dar uso productivo a cantidades masivas de agua salobre enriquecida en nutrientes, sin seguir enredándose en el laberinto de la desalación, y dentro de un proceso de ingeniería ecosistémica a gran escala que cambie el modelo productivo en toda la cuenca del Mar Menor. No es éste ni lugar ni momento para entrar a fondo en el asunto, pero permítanme cinco pinceladas al respecto...
Primera: hay una amplia gama de ecosistemas productivos que pueden ser abastecidos con aguas de dichas características. Éstos van desde instalaciones de acuicultura hasta árboles madereros, pasando por diversos cultivos aéreos, tanto alimentarios como para biomasa, tanto herbáceos como leñosos, y existen estrategias que permiten prevenir la salinización de los suelos.
Segunda: pese a todas las ideas absurdas y sin fundamento, pero muy bien asentadas en sectores sociales y económicos de lo más variado, tenemos que decir una vez más y a todo volumen que el cambio de modelo productivo no tiene por qué implicar pérdida de productividad y, por el contrario, si se hace bien puede incrementarla notablemente.
Tercera: se prevé fuerte oposición contra cualquier iniciativa de ingeniería ecosistémica tan pronto como éstas empiecen a materializarse, y se deberá no sólo a inercias previsibles del sistema socioeconómico, también al idealismo autoctonista que quiere ver el territorio y los ecosistemas como eran "antiguamente", y al revolucionismo que crece con los problemas y se vacía con las soluciones, entre otros sectores ideológicos.
Cuarta: gran parte referencias técnicas que utilizamos son mencionadas en el "informe Atlántida", por el que lxs murcianxs pagamos nueve millones de las antiguas pesetas, y cuyo enlace lo tienen en la sección Documentos en la primera página.
Quinta: no hay recetas simples en permacultura, rewilding y gestión de servicios ecosistémicos. Los patrones en que nos basamos son referencias generales que deben ser concretadas para cada caso, siguiendo la metodología del diseño. Tanto los aspectos ambientales y biocenóticos, como los económicos y de preferencias personales han de ser obligatoriamente contemplados para asegurar la viabilidad de los proyectos."
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