"La cosecha periódica de biomasa suele ser obligatoria en charcas artificiales que cuenten entre sus funciones el mantenimiento del agua en calidad óptima: así un montón de nutrientes salen del sistema para no volver... Ésta en concreto fue pensada para captar y almacenar aguas pluviales y para asegurar la conservación de la comunidad biológica local del alga Chara hispida, que debido a la intermitencia de los aguazales que ocupa se ha configurado sin peces, galápagos ni decápodos. Sobre su excepcional fauna de invertebrados pesa la suelta irresponsable e insistente de bichos de ésos en charcas naturales de Fuentevieja, Pescadores y otras ramblas del entorno. Por cierto, el daño que producen las especies añadidas es independiente de que sean o no autóctonas del Sureste Ibérico. Y tampoco hacen falta ninguna: la completa y variada comunidad de microdepredadores es suficiente para aniquilar mosquitos..."
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