Esto empezó hace unos meses, con una charla dirigida por nuestro amigo Pencho el Parra, de Molinos Marfagones, que es experto en plantas medicinales de la sierra occidental de Cartagena de España... Al poco
nos encontramos en el Minuetto y tuvimos una larga e interesantísima conversación al respecto. Y se nos despertó el interés por el asunto... Como siempre que nos ponemos con algo, intentamos construir un modelo teórico consecuente,
y nos repartimos el trabajo: Carmen apunta desde la perspectiva médica; sobre todo bioquímica en este caso; yo desde la descripción de las redes ecosistémicas implicadas. Y cuando damos en la misma diana desde ángulos tan
diferentes, podemos estar casi segurxs del que así es como está el tema... Se trata de modelar las interacciones que se dan entre plantas y animales, la carrera armamentística implicada y las alianzas correspondientes. Pronto vimos claro
que los efectos medicinales de las plantas, su toxicidad y otros recursos defensivos, y sus propiedades alimentarias son aspectos de una misma cosa y no pueden verse por separado... Los vegetales verdes son junto a ciertas bacterias los únicos organismos
biológicos del planeta capaces de producir alimentos a partir de materiales inorgánicos, los animales dependemos directa o indirectamente de ellos, los explotamos y la toxicidad es su defensa mas básica. Una vez que consiguen protegerse
en mayor o menor medida, vienen las alianzas. Así que nos dan de comer con ciertos matices y se ocupan de nuestra salud a cambio de una variada gama de servicios: Que les ayudemos en su reproducción y propagación, que les devolvamos nitrógeno
y otros nutrientes en condiciones favorables, que nos comamos a los herbívoros que más les amenazan y otros muchos... Se ha exagerado a saciedad acerca de absolutas bondades de la alimentación vegetal. Esto vale para los néctares
de muchas flores y para ciertos frutos carnosos, pero en general hablamos de todo un mundo de toxicidades cruzadas y retorcidas en el que, si no sabemos bien lo que hacemos, podemos resultar muy dañadxs. Se ha criticado sin misericordia la carne en
cuanto que alimento básico, y sin embargo cuando proviene de caza o de ganadería muy extensiva, se come cruda o poco hecha, y es sometida a los controles sanitarios pertinentes, no hay alimento mas saludable... De todo esto nos hablará
Carmen P. el domingo 26 a las ocho de la tarde en el poli de Galifa. Nos vemos...
J. Ramón Rosell